En los últimos años, el precio del oro ha alcanzado niveles históricos, superando los US$3.500 por onza. Este incremento ha generado expectativas de bonanza económica para los países latinoamericanos ricos en este recurso. Sin embargo, la expansión de la minería ilegal ha impedido que la región aproveche plenamente estos beneficios. La extracción ilícita de oro no solo evade impuestos y regalías, sino que también provoca graves daños ambientales y sociales.

Minería ilegal: una amenaza creciente
La minería ilegal se ha convertido en una actividad lucrativa que atrae a diversos actores, incluidos grupos criminales. Estos operan en zonas remotas, aprovechando la falta de control estatal y la alta demanda de oro en el mercado internacional. La extracción sin regulaciones adecuadas conduce a la deforestación, contaminación de ríos con mercurio y desplazamiento de comunidades indígenas.
Impacto económico y pérdida de ingresos fiscales
La actividad minera ilegal representa una pérdida significativa de ingresos para los gobiernos latinoamericanos. Al no estar formalizada, esta minería evade impuestos y regalías que podrían invertirse en infraestructura, salud y educación. Además, la competencia desleal afecta a las empresas mineras legales, que cumplen con normativas ambientales y laborales.
Consecuencias ambientales y sociales
El uso indiscriminado de mercurio en la minería ilegal contamina fuentes de agua, afectando la salud de las comunidades locales y la biodiversidad. La deforestación para abrir nuevas minas contribuye al cambio climático y a la pérdida de hábitats naturales. Socialmente, la minería ilegal está vinculada al trabajo infantil, explotación laboral y conflictos territoriales.
Necesidad de acciones coordinadas
Para enfrentar este problema, se requieren esfuerzos coordinados entre gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil. Es esencial fortalecer la fiscalización, promover la formalización de pequeños mineros y fomentar prácticas sostenibles. Además, la trazabilidad del oro en el mercado internacional puede disuadir la compra de metal extraído ilegalmente.
Aunque los precios récord del oro ofrecen una oportunidad económica para América Latina, la minería ilegal impide que la región coseche estos beneficios de manera equitativa y sostenible. Abordar esta problemática es crucial para garantizar el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades afectadas.
Fuente: Bloomberg Línea
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