El miércoles 1 de mayo de 2025, el Gobierno de Ecuador realizó una nueva repatriación de ciudadanos colombianos privados de libertad. En total, ocho reclusos —siete hombres y una mujer— fueron entregados a las autoridades colombianas para continuar cumpliendo sus condenas impuestas por la justicia ecuatoriana, pero en su país de origen.

La repatriación se enmarca en las acciones del Ejecutivo ecuatoriano por reducir el hacinamiento en los centros penitenciarios y mejorar la gestión de la crisis carcelaria que afecta al país desde hace varios años.
Motivos de condena y traslado a Ipiales
Los delitos por los cuales fueron condenadas estas personas incluyen, mayoritariamente, infracciones relacionadas con drogas. Solo uno de los repatriados tenía una sentencia por violación. Todos los presos se encontraban detenidos en la cárcel de Tulcán, ubicada en la provincia del Carchi, cerca de la frontera con Colombia.
El operativo contempló su traslado hasta la prisión de Ipiales, ciudad colombiana contigua a Tulcán. Este centro penitenciario fue seleccionado por contar con disponibilidad de espacio y condiciones adecuadas, según declaró Javier Guerrero, director del centro penitenciario de Ipiales.
Mejores condiciones y cercanía con sus familias
El director Guerrero enfatizó que los reclusos colombianos cumplirán en su país el resto de la pena dictada por los tribunales ecuatorianos. Además, destacó que al estar más cerca de sus familias podrán recibir visitas con mayor frecuencia y enfrentar su proceso de reinserción social en un entorno más familiar.
“No tenemos hacinamiento penitenciario en este momento porque tenemos una capacidad importante. Eso permitirá que nuestros connacionales tengan unas condiciones óptimas”, manifestó Guerrero, subrayando que se les garantizarán derechos básicos durante su reclusión.
Repatriaciones ayudan a descongestionar el sistema carcelario ecuatoriano
Por su parte, Bryan Cuasapaz, jefe de Migración en la provincia del Carchi, señaló que este tipo de repatriaciones representan una estrategia para aliviar la saturación de las cárceles ecuatorianas. En los últimos años, los centros penitenciarios del país han sufrido niveles críticos de hacinamiento, violencia y control por parte de bandas criminales.
“Estas repatriaciones permiten descongestionar las cárceles del país, que actualmente enfrentan una crisis de seguridad”, puntualizó Cuasapaz.
Una crisis carcelaria sin precedentes
Desde el año 2021, Ecuador ha experimentado una de las peores crisis penitenciarias de su historia. Más de 500 personas privadas de libertad han sido asesinadas en diferentes centros penitenciarios, la mayoría durante violentas masacres entre grupos delictivos organizados que disputan el control interno de las prisiones.
Ante este panorama, el presidente Daniel Noboa ordenó en 2024 la militarización de las cárceles, y anunció una serie de reformas estructurales. Una de estas medidas es la repatriación de presos extranjeros con condenas firmes y más de seis meses de sentencia pendiente, en cumplimiento del Código Penal ecuatoriano.
Más de 3.000 presos extranjeros identificados para repatriación
Según cifras oficiales, en 2024 se contabilizaban más de 3.200 presos extranjeros en Ecuador, lo que representa aproximadamente el 10% de la población penitenciaria nacional. La mayoría son de nacionalidades colombiana y venezolana.
El objetivo del plan de repatriación no solo es liberar espacio en los centros penitenciarios, sino también reducir riesgos de violencia y fortalecer el control interno, priorizando la atención a los reclusos ecuatorianos dentro del sistema nacional.
Fuente: Ecuador221
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