En un contexto diplomático tenso y con escasa visibilidad pública, Estados Unidos ha iniciado negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro para alcanzar un acuerdo que permita la liberación de todos los presos políticos en Venezuela. El proceso, impulsado desde Washington, tiene como principal prioridad la liberación de nueve ciudadanos estadounidenses que se encuentran detenidos arbitrariamente en cárceles venezolanas. Según fuentes cercanas al proceso, estas personas permanecen en condiciones críticas, incomunicadas y en centros de detención clandestinos.

Intercambio por narcotraficantes detenidos en El Salvador
El plan liderado por la administración de Donald Trump incluye una propuesta de intercambio: los nueve estadounidenses serían liberados por Caracas, y a cambio, Washington facilitaría el envío a Venezuela de un número aún no definido de narcotraficantes venezolanos actualmente recluidos en las cárceles de máxima seguridad de El Salvador, bajo custodia del presidente Nayib Bukele. Estados Unidos negocia por estos individuos buscando alcanzar su objetivo.
Aunque el principio del acuerdo sugiere una lógica de canje uno a uno, Maduro exige un intercambio asimétrico, inspirándose en las tácticas de negociación empleadas por Hamas en Medio Oriente. El líder venezolano busca liberar a un número considerablemente mayor de delincuentes a cambio de cada ciudadano estadounidense. Algo que la Casa Blanca todavía no está dispuesta a aceptar.
La figura clave de Mauricio Claver-Carone
El encargado directo de las negociaciones es Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Trump para América Latina. Claver-Carone mantiene comunicaciones directas con representantes del régimen venezolano y ha sido protagonista de múltiples rondas de diálogo. En un intento de avanzar hacia una solución que no implique el reconocimiento diplomático formal del régimen, pero sí logre beneficios humanitarios mientras Estados Unidos negocia con Venezuela.
El principal obstáculo en las conversaciones sigue siendo la lista de condiciones impuestas por Maduro, entre ellas. El levantamiento de sanciones económicas y la autorización para que empresas estadounidenses puedan operar en la extracción y exportación del petróleo venezolano. Hasta ahora, estas demandas no han sido aceptadas por Washington.
La dimensión internacional del problema
Más allá de los ciudadanos estadounidenses, el acuerdo que se encuentra en discusión podría abrir un camino diplomático más amplio. La idea de Claver-Carone es lograr la liberación de todos los presos políticos extranjeros detenidos en Venezuela, a través de una lista de buena fe. Países como España, Canadá y varios de América Latina han presentado reclamos similares. Por lo que un avance en las negociaciones podría beneficiar a múltiples naciones si Estados Unidos sigue negociando con Venezuela.
Denuncias del Foro Penal: desapariciones forzadas y propaganda
El Foro Penal Venezolano, organización que monitorea las violaciones a los derechos humanos en el país, presentó en marzo de 2025 un informe titulado Presos políticos con nacionalidad extranjera en Venezuela. En él se denuncia un patrón sistemático de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, especialmente contra ciudadanos de otras nacionalidades. Dichas condiciones motivan por qué Estados Unidos actualmente negocia con Venezuela.
“En la mayoría de los casos documentados, las víctimas son arbitrariamente detenidas sin orden judicial previa, incomunicadas de sus familiares y trasladadas a centros de detención clandestinos o de difícil acceso, sin que se reconozca oficialmente su privación de libertad”, afirma el informe.
Además, el Foro Penal destaca que el régimen utiliza estas detenciones como herramienta de propaganda interna, afirmando que Venezuela está bajo una supuesta agresión extranjera y justificando las detenciones como medidas contra el intervencionismo internacional.
Una negociación frágil pero urgente
El proceso de negociación entre Estados Unidos y Venezuela continúa en un terreno delicado, con intereses cruzados y múltiples exigencias sobre la mesa. Estados Unidos negocia con Venezuela intentando priorizar la liberación de los nueve ciudadanos norteamericanos, mientras que para Maduro, esta es una oportunidad para obtener concesiones políticas y económicas clave. El destino de decenas de presos políticos, tanto venezolanos como extranjeros, podría depender del desenlace de estas conversaciones.
Fuente: Infobae
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