Muchos no conocerán el significado de la palabra, pero le calza como anillo al dedo de todo el gobierno, que su lentitud y falta de decisión exaspera al más paciente de los humanos que habitamos en éste maravilloso país de las incertidumbres, acostumbrado a dejar que todo pase para luego olvidarlo, como que si nada hubiera pasado.
Hace algunos meses se les advirtió a las autoridades que los 200 nuevos Policías que llegarían a Guayaquil no tendrían alojamiento, voluntariamente La Universidad Católica de Guayaquil gentilmente les ofreció unas aulas como dormitorios durante siete meses.
En definitiva, aumentaron el número de huéspedes y el plazo se aumentó a doce meses, con pocas esperanzas de abandono.
Importaron las municiones para la Policía Nacional, pero no las armas para utilizarlas, teniendo que recurrir a la justicia para que les facilite las armas incautadas a los delincuentes, creo que es algo inédito por lo menos en el país.
A los nuevos policías en Servicio Activo no los han provisto de chalecos de protección, por fallas en la adjudicación de los contratos que no fueron concretadas por el Ministerio correspondiente.
Esta es otra de las ofertas incumplidas, que juntas con las otras están convirtiendo al Ecuador en tierra de prosperidad para la narco delincuencia que día a día se toma el país.
Fuente: La nación
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