Cinco respuestas clave sobre la fiebre amarilla tras el primer caso confirmado en Ecuador
Por Kevin Puga S.
El reciente aumento de casos de fiebre amarilla en América Latina preocupa a las autoridades sanitarias. Países como Colombia, Brasil, Perú y Bolivia ya han reportado casos. Ahora, Ecuador se suma a esta lista tras la confirmación oficial de un primer paciente.
Primer caso confirmado en Ecuador
El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó este jueves 24 de abril de 2025 sobre el primer caso de fiebre amarilla en el país. El paciente, de 26 años y procedente de Loja, fue diagnosticado en la provincia de Zamora Chinchipe. Aunque se trata de un caso aislado, sin señales de brote activo, ha encendido las alertas sobre esta enfermedad viral de alta letalidad.
¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa provocada por un virus transmitido por mosquitos. Su denominación proviene de la ictericia, una coloración amarillenta de piel y ojos que aparece en fases avanzadas. Aunque en la mayoría de casos la recuperación es rápida, entre el 15% y el 25% evoluciona hacia una fase grave. Esta puede incluir fiebre alta, hemorragias, disfunción hepática y renal, con un índice de mortalidad significativo si no se brinda atención médica oportuna.

Síntomas comunes y evolución
Los síntomas de la fiebre amarilla suelen aparecer entre tres y seis días después de la picadura del mosquito portador. Estos incluyen fiebre, cefalea, mialgia (especialmente en la zona lumbar), náuseas, vómitos y pérdida del apetito. En casos más severos, se presentan hemorragias y fallos orgánicos.
¿Cómo se transmite la fiebre amarilla?
El contagio de la fiebre amarilla ocurre únicamente mediante la picadura de mosquitos infectados, como Haemagogus, Sabethes o Aedes aegypti. No hay transmisión directa entre personas. Existen dos tipos de ciclo: el selvático, que implica monos y humanos en zonas rurales, y el urbano, donde el virus se disemina entre personas mediante mosquitos en entornos citadinos. La expansión del hábitat de estos vectores, a causa del cambio climático y la deforestación, ha incrementado el riesgo de transmisión.
Medidas de prevención efectivas
La mejor manera de prevenir la fiebre amarilla es mediante la vacunación. Una sola dosis brinda inmunidad de por vida y es obligatoria en regiones endémicas. Además, se recomienda aplicar la vacuna al menos diez días antes de visitar zonas de riesgo. Otras estrategias de prevención incluyen el uso de repelentes, ropa protectora, mosquiteros y la eliminación de criaderos de mosquitos en el hogar.
Tratamiento y cuidados necesarios
Actualmente, no existe un tratamiento antiviral específico contra la fiebre amarilla. La atención médica se enfoca en el manejo sintomático y la prevención de complicaciones. En casos leves, se aconseja reposo, hidratación y medicamentos para controlar el dolor o la fiebre. Si la enfermedad avanza, el paciente debe ser hospitalizado para vigilancia intensiva.
En resumen, aunque el primer caso de fiebre amarilla en Ecuador parece aislado, es crucial mantenerse informado y aplicar las medidas preventivas. La vigilancia epidemiológica y la vacunación son herramientas clave para evitar una expansión mayor de esta enfermedad.
Fuente: El COMERCIO
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