El retiro del incentivo tarifario al sector industrial a partir de 2024, anunciado por el Ministerio de Energía y Minas en la gestión del expresidente Guillermo Lasso, ha generado preocupación entre empresarios que ven este cambio como un potencial encarecimiento de la producción y una amenaza para el empleo. Con la llegada del nuevo Gobierno, las expectativas de que esta medida pueda ser derogada están en aumento.
El presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), José Antonio Camposano, destaca que no existe una medida de compensación para contrarrestar el impacto de este cambio, anticipando un encarecimiento en la producción que afectará especialmente a bienes procesados durante las horas nocturnas.
El presidente de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP), Bruno Leone, califica la medida como “muy perjudicial”, afectando la competitividad de todos los sectores productivos. Leone destaca la situación particular de Ecuador al ser un país dolarizado, considerándolo costoso en todos los aspectos y, en particular, para la producción orientada a la exportación.
Ambos líderes empresariales resaltan la falta de justificación para no operar las 24 horas, especialmente en el comercio exterior, donde la competencia internacional no se detiene. Leone identifica tres factores de producción a considerar: mano de obra, materia prima y gastos generales de fabricación. Destaca desafíos como el incremento del salario básico, la dependencia de insumos importados y los gastos generales, que incluyen energía, combustibles y seguridad.
El llamado de atención de estos empresarios subraya la necesidad de revisar y reconsiderar esta medida para mantener la competitividad y la estabilidad del sector industrial en Ecuador.