Despliegue lento y desafiante vacuna del papiloma humano
El cáncer de cuello uterino, una amenaza evitable, cobra la vida de más de 300,000 mujeres anualmente. La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) ha demostrado ser la herramienta más efectiva para prevenir este cáncer, pero su adopción global avanza a un ritmo inaceptablemente lento. A nivel mundial, solo el 15% de las niñas de 15 años han completado la serie de dosis necesarias. Este despliegue deficiente está estrechamente vinculado a barreras socioeconómicas y desinformación persistente.
Mozambique como paradigma
Aunque la vacuna contra el VPH fue autorizada en 2006, su implementación ha sido desigual. Las tasas de cobertura reflejan una disparidad alarmante: más del 85% de los países de ingresos altos la han incorporado a sus programas de inmunización, mientras que en países de bajos ingresos la cifra se reduce a menos del 25%. La desproporción se refleja en las estadísticas, ya que el 90% de las muertes por cáncer de cuello uterino ocurren en naciones de ingresos bajos y medianos.
Compromiso global y desafíos emergentes
La urgencia de ampliar el acceso a las vacunas contra el VPH ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a lanzar la Estrategia Mundial para Acelerar la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino en 2020. El objetivo ambicioso apunta a lograr las metas 90-70-90 para 2030: el 90% de las niñas vacunadas, el 70% de mujeres con acceso a pruebas precisas y el 90% de mujeres diagnosticadas recibiendo tratamiento de calidad.
Innovación y desarrollo
Recientemente, el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la OMS respaldó una dosis única de la vacuna contra el VPH para niñas y mujeres de 9 a 20 años. Esta innovación aumenta la esperanza de cumplir los objetivos de eliminación. La Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización (GAVI) ha relanzado su programa de vacunación contra el VPH, concentrándose en superar los desafíos surgidos durante la pandemia de la COVID-19.
Reticencias y desafíos sociales
A pesar de los esfuerzos globales, persisten reticencias a la vacunación. Factores como la desconfianza en las autoridades sanitarias, miedos a efectos secundarios y preocupaciones sobre la fertilidad han contribuido a la resistencia. La reciente suspensión de la recomendación de la vacuna contra el VPH en Japón durante nueve años resalta la complejidad de abordar estas preocupaciones.
Un camino hacia el futuro
En el marco de los esfuerzos para eliminar el cáncer de cuello uterino, es esencial diseñar estrategias que aborden las actitudes locales y fomenten la aceptación de la vacuna. Los gobiernos y organizaciones globales deben involucrar activamente a las comunidades, garantizando un acceso equitativo a la vacuna del VPH y trabajando para superar los obstáculos que han ralentizado su implementación. La salud de las mujeres en todo el mundo depende de superar estos desafíos y acelerar la adopción de esta herramienta vital de prevención.
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