El ex Vicepresidente de la República Otto Sonnenholzner aseguró a la periodista Norris Arroyave en el programa «Un café con JJ» que Ecuador pagó 300 millones de dólares para renegociar 17000 millones en Bonos Soberanos. Esa aseveración es parte de toda una información incorrecta.
Todo comenzó en junio de 2019 cuando el Ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Richard Martínez, recompró USD 1175 millones de los 1500 millones de Bonos Soberanos 2020 en poder de tenedores privados. Quedó entonces un saldo de 325 millones que vencían en marzo de 2020. Una excelente operación financiera para aquellos tenedores de esos Bonos que los compraron con gran descuento y los vendieron al propio Ecuador al 100% de su valor nominal.
Para empezar, pagar esos USD 325 millones de Bonos 2020 no tuvo ni podía tener nada que ver con la posibilidad de reestructurar las otras 10 emisiones de Bonos Soberanos que sumaban 17375 millones. Es obvio que no podía estar en el interés de ninguno de los acreedores de las 10 emisiones a reestructurar el que solo se pague capital más intereses a solo uno de ellos.
Pero Otto también insistió que la periodista responda qué haría en un supuesto escenario en el que ella debe 17000 dólares en la tarjeta de crédito y le llama el Banco acreedor a proponerle que, si paga 300 dólares, no tendrá que pagar nada en 5 años, se le reduce el capital 10%, la tasa de interés baja a la mitad y adicionalmente recibiría 10000 dólares para que emprenda. ¡Too good to be true!
¿Alguien podría haber condicionado a Ecuador a un escenario similar? Nadie. Pero si alguien le informó al exvicepresidente de semejante disparate el país debe conocerlo. Primero porque los organismos multilaterales de crédito como el BID, la CAF, el FMI o el Banco Mundial, no podrían proponer semejante comprometedora barbaridad, además tan específica, claramente sus normativas internas lo prohíben. Luego porque en el caso de los acreedores privados de los Bonos Soberanos las cláusulas cruzadas de los contratos impiden favorecer a uno de ellos sin incluir a todos los demás.
Las declaraciones públicas oficiales —que fueron muchas— muestran que el propio Ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, aseguraba era necesario pagar los Bonos 2020 para que Ecuador tenga acceso a financiamiento internacional por 2000 millones de dólares, sobre todo, en créditos chinos que, por cierto, nunca llegaron. (Ver EXPRESO, marzo 24 de 2020).
Ecuador pagó los intereses más USD 325 millones del saldo del capital de los Bonos 2020, pero lo hizo al 100% de su valor nominal, cuando las otras 10 emisiones de Bonos Soberanos que Ecuador reestructuró, registraron un precio inferior al 40% de su valor nominal. Excluir de la reestructuración el saldo de los Bonos 2020 tuvo un costo directo para el país superior a 200 millones de dólares.
Además, Ecuador no sólo pagó USD 300 millones de dólares como dice Otto. Los pagos de capital e intereses por los Bonos 2020 más las dos operaciones REPO que el gobierno pagó con 2 años de anticipación sumaron 1232 millones. Lo grave es que ocurrieron no solo a pesar de la grave iliquidez fiscal existente sino también de la peor pandemia, con la gente muriendo por falta de medicinas y atención del sistema nacional de salud público, más una lista de acreedores impagos entre los que se encontraba el IESS con 887 millones. ¡Impresentable!
Por último, el exvicepresidente dijo que se redujeron los intereses en los nuevos Bonos Soberanos respecto de los que fueron canjeados y sumaban USD 17000 millones, pero lo que le faltó fue añadir que se aumentó en 10 años el tiempo de pago de esos intereses.
Fuente: No es lo mismo riesgo país, que país en riesgo.
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