HAMPA POLÍTICA ATERRADA
Existe una conciencia de clase, entre los politiqueros, puesto que los dueños de los clubes electorales que son quienes deciden «en política», se sienten con más afinidad entre ellos, que con sus «militantes» de base o el pueblo.
Por tanto, si la democracia es la competencia de las élites, por ganar el voto; con el advenimiento de los narcoterroristas al electorerismo, se plebeyizó la política, se infiltraron los organismos electorales, proliferaron los «movimientos políticos», se asesinó la reputación de ciertas élites, para que dejen de ser las que luchan por el voto, a fin de que esa actividad pase a ser exclusiva de los movimientos plebeyizados del narcoterrorismo, que escogen de entre la bazofia social, a los nuevos cuadros «políticos».
Estos movimientos son admitidos por un organismo denominado Concejo Nacional Electoral que a su vez es escogido por diez personas que hacen parte del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.
Por esa conciencia de clase, pasan a formar parte del hampa política, organizada para atracar los bienes de la Nación, no para lograr el mayor bienestar colectivo en libertad y democracia.
Al hampa política que engaña a los descriteriados con show mediáticos, con noticias de relumbrón, le aterra la reacción popular que propone abstencionismo o voto nulo, porque pone en riesgo sus negocios con los bienes públicos, que les permitió saquear Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador; puesto que el pueblo perdió la credulidad ante los efectismos tiktokeros, y exige cambios profundos en beneficio general, no del hampa política en particular.
La evidencia determina que solo una mentalidad inferior, subordinada a intereses mezquinos, se deja persuadir de alejarse de sus convicciones cívicas en beneficio común.
Fuente: La nación
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