Por: Mario Ponce Lavalle – Quito
Esperaba el viernes, el embarque de mi vuelo a Quito en el aeropuerto de Madrid, cuando me enteré: hace pocas horas, habían asesinado en la cárcel de Guayaquil, ¡a los 6 sicarios que segaron la vida de Fernando Villavicencio!
Esto sucedía horas antes de que se termine la instrucción fiscal para intentar dar con el paradero del o de los autores intelectuales de ese execrable magnicidio…
Sentí una profunda desazón, una impotencia tremenda, y también una rebeldía casi irracional, al sentir cuán profundo es el estado de descomposición moral, ¡en el que nuestro otrora bello y pacifico País ha caído irremediablemente…!
Bulleron en mi cabeza mil preguntas…infinitos ¿por qué? y prevalecieron curiosamente, cuestionamientos TAN ELEMENTALES COMO EVIDENTES, que tornaban más imposible, asimilar lo que realmente está sucediendo en el Ecuador: la vida no vale nada, la impunidad se compra sin el menor problema, y el Estado… el Estado, ¡es una farsa que ha llegado a tocar los más bajos índices de racionalidad! todo lo cual asusta…!
Mayor ira y desazón, al enterarme que nuestro presidente, estaba otra vez, ¡de gira en el extranjero…!
Pero ¡si no son ni 15 días, que estuvo en la ONU…! me dije a mi mismo… ¿Quién gobierna en mi País? fue la primera idea que me asaltó…! ¿Hay alguien al mando? o esto es “tierra de nadie” fue la segunda idea que vino a mi mente…! y como es lógico, la tercera fue: si la autoridad NO ESTÁ, y estos únicos testigos para desentrañar un crimen que avergüenza y daña a mi País entero, son silenciados y ejecutados como ratas, DENTRO DE UNA PRISION DEL ESTADO, entonces vivimos un Estado democrático fallido, rehén de quienes se han puesto del otro lado de la justicia; y los ciudadanos comunes y corrientes, ¡estamos perdidos…!
¿Qué más se puede pensar, señor presidente Lasso? díganos usted, ¡qué más podemos pensar…!
Entro de inmediato a la página web de EL UNIVERSO, ¡pensando encontrar un titular destacadísimo, que explique el horrendo suceso…! ¡Y que advierta de la gravedad que atraviesa la República…!
Y nada: una notita insignificante, la transcripción del vergonzoso y elemental (por primitivo y mal redactado) informe de la SNAI, diciendo que estos 5 ciudadanos colombianos “se han encontrado muertos” y por ahí, a un ladito, se daba cuenta de la destitución del impresentable A. Vera del CPCCS, y junto por ahí, otra nota de prensa, informando de las próximas festividades a realizarse en Guayaquil, por el 9 de octubre…
Confieso que, me entro un pánico que ANTES NO HABÍA SENTIDO… pues pensé: el País -o sea los ecuatorianos- ya ha esto, estanos acostumbrados; ¡no nos toma de sorpresa ni nos importa nada…! Nos da igual que pase Chana que Juana, y lo único que importa es que Barcelona le gane al Aucas, ¡y que la Tri esté completa para la próxima semana…!
¿Ah, y las elecciones del domingo? ¡Bueno… ya se verá…! Da igual…
Preguntarse siquiera: ¿Quién sería el que cambió de prisión a estos delincuentes, llevándolos al lugar más peligroso y vulnerable del País? no vale la pena ni preguntar…
¿Tiene responsabilidad el Estado, sobre la vida de un reo confinado en una prisión?, Que le importa a nadie…!
¿Quedará el asesinato de Villavicencio en la impunidad…?! ¡Qué importa si ya está muerto… no lo vas a revivir…!
¡No te amargues, pues pareces un cojudo…!
¿Parecería que la Policía tiene responsabilidad sobre este hecho?! ¡A quién le importa…! y así, pasa con mil preguntas más…
¿Hemos perdido ya, TODA NUESTRA DIGNIDAD…? ¿Estamos a un paso de habernos vuelto una sociedad de SALVAJES E INSENSIBLES…? ¿Cuándo vamos a ver una acción de fuerza contra la barbarie…por parte de los que nos gobiernan? ¿O es el momento de pasar todos a engrosar las filas del hampa organizada…? y que el último que salga apague la luz…?
¡Como me dueles en el alma, mi Patria descompuesta…!
Fuente: La nación
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