La industria de la construcción es una de las más antiguas del mundo, pero con el paso del tiempo ésta se ha venido modernizando e incorporando nuevos materiales, herramientas y técnicas para hacerla más eficiente.
Alcanzar procesos más productivos, seguros, cortos, menos costosos y que no afecten al medio ambiente son algunos de los retos que se ha propuesto este sector. Leonardo Vizhñay, gerente general de Intaco, señala que hoy más que nunca la seguridad es un aspecto que debe tomarse en cuenta a la hora de levantar una obra y que en este proceso el uso de morteros de calidad es esencial para garantizar una mayor resistencia a las paredes.
“La primera causa de muerte en un terremoto es por el colapso de las estructuras y la segunda es por la caída de paredes”, indica.
La empresa especializada en la fabricación y comercialización de productos de construcción ha desarrollado morteros para la instalación de bloques de concreto y ladrillo, con adhesión y resistencia a la compresión superior a 53 kg/cm2 a los 28 días. Se trata de Pegablock, un producto que se caracteriza por tener una alta retención de agua, lo que evita la necesidad de ajustar la consistencia con agua durante la aplicación.
Vizhñay explica que uno de los aspectos más destacados de este producto es la arena con el que está fabricado. Este componente es esencial en los morteros, pues constituye entre el 70 y 80% de su volumen total y, al representar un alto porcentaje tiene un desempeño clave para estas mezclas.
“Lamentablemente las personas al construir solo se preocupan porque el cemento sea de calidad y no se fijan en la calidad de la arena. Intaco hizo un estudio de 18 fuentes de arena de ocho ciudades del país, tomamos muestras de estos lugares y las llevamos a la Espol para hacer estudios con las normas ecuatorianas de construcción, para saber cuál era el nivel de contaminación tolerable que tenían y descubrimos que ninguna cumplía con las normas”, manifiesta.
Actualmente, Intaco produce arena sílica para morteros epóxicos y recubrimientos poliuretanos en sus plantas ubicadas en Guayaquil y Quito. Sus procesos -destaca el directivo- cumplen con normas ISO y son controlados por laboratorios.
Uno de los objetivos de la compañía es capacitar a los constructores y albañiles para que el uso de morteros de calidad sea una práctica habitual a la hora de levantar paredes, tal como lo hicieron 25 años atrás cuando introdujeron los morteros para pegar cerámica, pues en ese entonces la cerámica se pegaba con arena y cemento.
“En mampostería si no se usa los adhesivos adecuados la cerámica se puede desprender o levantar, pero una pared que no se construye bien puede colapsar y causar muertes”, advierte.
En el próximo año y medio la compañía prevé invertir aproximadamente 14 millones de dólares en industria.
Fuente: Vistazo.com
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