¿Qué es el paracetamol?
El paracetamol es uno de los medicamentos más utilizados para tratar el dolor y la fiebre. Pertenece al grupo de los analgésicos y antipiréticos. Es decir, actúa reduciendo el dolor y la temperatura corporal elevada. Entre los diversos paracetamol usos, se destaca su efectividad y su disponibilidad sin receta.
Siempre que se use correctamente y respetando la dosis máxima diaria, el paracetamol es considerado un fármaco muy eficaz y seguro. De hecho, su utilización está permitida durante el embarazo y la lactancia, siempre en dosis controladas.
Sin embargo, es fundamental recordar que en cantidades elevadas puede provocar daño hepático. Esto ocurre sobre todo en personas que consumen alcohol de forma habitual, en ancianos o en individuos con bajo peso corporal.
Formatos y presentaciones del paracetamol
El paracetamol tiene varios usos y se comercializa en diversas presentaciones, como comprimidos, cápsulas, sobres, supositorios y soluciones orales. Gracias a esta variedad, se adapta fácilmente a las necesidades específicas de cada paciente.
En niños, se prefiere su administración mediante supositorios o soluciones orales, debido a su facilidad de uso y mejor tolerancia.

¿Para qué sirve el paracetamol?
El paracetamol se utiliza principalmente para aliviar el dolor de leve a moderada intensidad y para reducir la fiebre. Es el fármaco de elección para tratar dolores de cabeza, dentales, menstruales y síntomas gripales, como los producidos por la Covid-19.
A diferencia de otros medicamentos, para ciertos usos el paracetamol carece de propiedades antiinflamatorias. Por consiguiente, no es adecuado en casos donde la inflamación es el problema principal.
¿Cuándo y cómo debemos tomar paracetamol?
El paracetamol debe administrarse en la dosis mínima efectiva para obtener el alivio deseado. Para adultos, la posología habitual es de 500 a 1000 mg cada 6 a 8 horas. En niños, la dosis depende del peso corporal y suele calcularse cuidadosamente.
Tomarlo en ayunas permite una absorción más rápida, aunque puede administrarse con alimentos si el paciente presenta molestias gástricas. No obstante, si el dolor persiste más de cinco días o la fiebre más de tres, se debe consultar a un médico.
Riesgos y efectos secundarios del paracetamol
El paracetamol es uno de los medicamentos más seguros. Sin embargo, su uso prolongado en altas dosis puede causar nefropatía intersticial y problemas hepáticos.
Además, debe administrarse con precaución en personas con anemia, afecciones cardíacas, renales o pulmonares. En particular, en pacientes alcohólicos crónicos, la dosis no debe superar los 2 gramos diarios.
También se desaconseja el consumo simultáneo de varios productos que contengan paracetamol, para evitar intoxicaciones.
Paracetamol y embarazo
El paracetamol es el analgésico de elección durante el embarazo. No obstante, su uso debe ser controlado, ya que estudios recientes sugieren una posible asociación con problemas como el TDAH o el asma en la descendencia.
Durante la lactancia, el paracetamol también es considerado seguro, siempre respetando las dosis recomendadas.
Diferencias entre paracetamol e ibuprofeno
La principal diferencia entre el paracetamol y el ibuprofeno es que el segundo posee capacidad antiinflamatoria. Mientras tanto, el paracetamol solo ofrece efectos analgésicos y antipiréticos.
Además, el ibuprofeno puede causar efectos gastrointestinales, cardiovasculares y dermatológicos, mientras que el paracetamol tiene un perfil de efectos secundarios mucho más bajo.
Otra ventaja es que el paracetamol no afecta la coagulación ni la función plaquetaria, lo que lo hace más seguro en determinados grupos de pacientes.

Alternar paracetamol e ibuprofeno: ¿es recomendable?
Aunque tanto el paracetamol como el ibuprofeno son eficaces para tratar la fiebre, alternarlos no mejora su eficacia. Por el contrario, puede aumentar el riesgo de errores en la dosificación y provocar efectos adversos no deseados.
Por ello, se recomienda usar un solo fármaco siguiendo las indicaciones médicas.
Combinación del paracetamol con otros medicamentos
El paracetamol puede combinarse con otros principios activos como codeína o tramadol, para tratar dolores más intensos. Además, en productos antigripales, suele acompañarse de antihistamínicos y descongestionantes para aliviar múltiples síntomas en un solo tratamiento.
No obstante, estas combinaciones deben ser indicadas siempre por un profesional de la salud, para asegurar su correcta utilización.
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