A corto plazo, la contratación de generación termoeléctrica adicional, a través de barcazas o soluciones en tierra, aparece como una de las pocas opciones viables para evitar nuevos apagones a finales de 2024 e inicios de 2025. Aunque se deben implementar medidas más estructurales, sus efectos tomarán más tiempo en manifestarse.
El ministro de Energía, Roberto Luque, enfrenta un desafío considerable para evitar que se repitan apagones. Los expertos coinciden en que la solución a corto plazo, de cara al próximo estiaje que podría iniciar tan pronto como agosto de 2024, radica en la contratación de barcazas termoeléctricas o soluciones termoeléctricas en tierra. Esta estrategia es vista como la única forma de suplir la generación de electricidad que hará falta durante ese período crítico.
Desde su nombramiento el 16 de abril de 2024, Luque ha centrado sus esfuerzos en evaluar propuestas, analizar precios y condiciones para contratar lo más rápido posible la generación termoeléctrica adicional necesaria. Entre los principales oferentes se encuentran la empresa turca Karpowership, que opera la flota de barcos Powership, y otras como United Group y Gamma Energy, que ofrecen soluciones termoeléctricas en tierra. No obstante, hasta ahora no se ha transparentado el avance de estas negociaciones, lo cual genera preocupación debido a la proximidad del estiaje.
Por el momento, las lluvias y la mejora sustancial de los caudales en las hidroeléctricas Mazar y Paute han permitido suspender los apagones hasta el 2 de junio próximo. Sin embargo, problemas crecientes en Coca Codo Sinclair, agravados por sedimentos y erosión regresiva del río Coca, subrayan la urgencia de contratar generación termoeléctrica adicional.
Una barcaza de generación termoeléctrica es una planta de energía instalada sobre una embarcación flotante. Utiliza combustible como gas natural, diésel, fuel oil o carbón para generar calor, el cual produce vapor o gases de combustión que hacen girar una turbina conectada a un generador eléctrico. Este sistema es atractivo por su flexibilidad y rápida instalación, aunque presenta desventajas como la dependencia de combustibles fósiles y altos costos operativos.
En Ecuador, la falta de infraestructura adecuada para conectar las barcazas al sistema eléctrico es un desafío adicional. Las opciones de conexión se limitan a subestaciones como Isla Trinitaria, Quevedo y Salitral, con capacidades para instalar hasta 230, 130 y 100 megavatios adicionales, respectivamente.
La contratación de generación termoeléctrica adicional a través de barcazas es urgente para evitar nuevos apagones. A corto plazo, es una de las pocas opciones viables para asegurar el suministro eléctrico mientras se implementan cambios estructurales a mediano y largo plazo. La transparencia y rapidez en la toma de decisiones son cruciales para enfrentar esta crisis energética y garantizar la estabilidad del suministro eléctrico en el futuro inmediato.
Fuente:
www.lahora.com.ec
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