Ecuador se encuentra en un momento crítico desde el punto de vista económico mientras se prepara para la transición de gobierno en las elecciones programadas para el 20 de agosto de 2023. Uno de los retos fundamentales que aguardan al país es la deuda pública, una cuestión que sigue siendo motivo de gran inquietud. La próxima administración tendrá que hacer frente a una carga financiera sustancial, lo que implica un desafío considerable para lograr un desarrollo sostenible y el bienestar de la población. La gestión prudente de la deuda y la implementación de políticas económicas eficaces serán cruciales para superar esta situación y encaminar a Ecuador hacia una mayor estabilidad y prosperidad.
De acuerdo a datos actualizados hasta el 31 de mayo de 2023, la deuda pública ecuatoriana asciende a un total de aproximadamente USD 74 154 562.65 millones. Cabe destacar que esto incluye el canje de deuda para la conservación de Galápagos, también conocido como el “bono azul”. En términos generales, se reemplazaron bonos soberanos por un valor de unos USD 1 630 millones con una nueva deuda de cerca de USD 630 millones.
Esta cifra está generando preocupación entre economistas y analistas, ya que un nivel elevado de endeudamiento podría restringir la capacidad fiscal del nuevo gobierno y afectar las inversiones en áreas prioritarias como educación, salud e infraestructura.
Deuda Histórica con el IESS
A estas cifras se añade la deuda considerable que el Estado mantiene con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Según el último informe del Ministerio de Finanzas, esta deuda podría alcanzar los USD 4 717,15 millones, aunque aún está sujeta a auditorías y modificaciones. Esta suma corresponde a pagos por prestaciones médicas a jubilados, tratamientos para enfermedades catastróficas, apoyo a jefas de hogar, personas con discapacidad, así como el 40% que el Estado debe aportar al fondo de pensiones.
Deuda Negociada con los GAD
Una deuda de menor magnitud, pero no por ello menos relevante, es la que el Estado mantiene con los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD), incluyendo municipios, prefecturas y juntas parroquiales. Esta suma se acumula a USD 456 millones durante los últimos dos años. Aunque se alcanzó un acuerdo entre el Gobierno y los GAD el 1 de agosto de 2023 para el pago de esta deuda, es posible que no se concrete en un porcentaje considerable hasta que el actual presidente, Guillermo Lasso, deje el poder.
La Renegociación de Deuda Internacional es una Opción
La economista y analista de deuda pública, Piedad Mancero, sostiene que esta herencia de deuda representa una carga significativa que limitará la capacidad del nuevo Gobierno para implementar políticas públicas que fomenten el crecimiento sostenible e inclusivo. Sin embargo, se podría mitigar este efecto mediante negociaciones con los organismos internacionales a los que Ecuador adeuda.
Por ejemplo, las deudas adquiridas por los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) superan los USD 8 092 millones; una cifra similar es la deuda con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que asciende a más de USD 7 309 millones.
El nuevo gobierno deberá considerar cuidadosamente la renegociación de la deuda con los acreedores internacionales, en busca de plazos y condiciones de pago más favorables que permitan afrontar los desafíos económicos actuales, según Piedad Mancero.
Enfoque en la Diversificación de Ingresos y Responsabilidad Fiscal
Por otro lado, el economista Víctor Hugo Albán sostiene que la nueva administración debe enfocarse en una gestión fiscal responsable y buscar alternativas para diversificar los ingresos del país. Albán considera esencial reducir la dependencia de la deuda y promover el desarrollo de sectores productivos que impulsen la generación de ingresos sostenibles a largo plazo.
La Multiplicación de la Deuda de Bonos a partir de 2025
Los nuevos gobiernos, excluyendo aquellos de transición, deberán asumir el pago de intereses y vencimientos de los bonos transados en el mercado internacional. Esta cifra ronda los USD 16 000 millones y fue renegociada en agosto de 2020 durante la gestión de Lenín Moreno. Este acuerdo permitió que los gobiernos de Moreno y Lasso no pagaran intereses ni amortizaciones de esta deuda por un tiempo determinado.
El período de gracia para el desembolso de estos pagos vencerá en 2025. Según la tabla de Bonos Globales 2012 – 2030 emitida por el Ministerio de Finanzas, la cifra de pagos comenzará a crecer y multiplicarse a partir de 2026 y en los años siguientes.
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