En un giro trascendental, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha evaluado las medidas adoptadas por Japón con respecto al vertido de “agua tratada” proveniente de la central nuclear de Fukushima. Los resultados son concluyentes: Japón cumple con creces las normas internacionales de seguridad en la protección contra la radiación.
El 24 de agosto, Japón inició el vertido controlado de agua tratada en el Pacífico, la misma que se había contaminado tras el devastador accidente nuclear en Fukushima en 2011. Antes de su liberación, esta agua pasó por un riguroso proceso de tratamiento para eliminar la mayor parte de los residuos radiactivos.
Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, confirmó que los estándares aplicados en este proceso cuentan con el respaldo de su organización y otras seis importantes organizaciones internacionales. Estas normas son la referencia global para salvaguardar a la población de los efectos perjudiciales de las radiaciones ionizantes.
El vertido recibió la aprobación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyos expertos supervisan el procedimiento para garantizar su seguridad.
A pesar de este respaldo internacional, algunas organizaciones ecologistas, la industria pesquera japonesa y China han expresado su oposición al vertido. China, incluso, ha suspendido las importaciones de productos marinos procedentes de Japón debido a esta controversia.
Este acontecimiento sigue siendo un tema candente en el panorama mundial y seguiremos brindándote actualizaciones en profundidad. Mantente informado aquí.
Otras noticias: Donald Trump a la cárcel