La exportación de crudo en Ecuador permanece suspendida desde inicios de julio de 2025. Esta interrupción, causada por el avance de la erosión regresiva del río Coca en Napo, ha provocado un freno sustancial en la producción y transporte de petróleo, afectando directamente las finanzas públicas.
Suspensión del transporte y retrasos en la exportación de crudo
Desde hace más de tres semanas, el transporte de crudo está paralizado debido a la construcción de variantes provisionales cerca del río Loco. Petroecuador declaró fuerza mayor el 3 de julio, deteniendo las operaciones del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE). Como consecuencia, la exportación de crudo prevista con empresas como Shell, Petraco y Unipec fue postergada.
Pérdidas económicas y cancelación de ventas
Este contexto llevó a la suspensión de entregas programadas por 3,2 millones de barriles, equivalentes a ingresos aproximados de $198,28 millones. Además, Petroecuador canceló un concurso para la venta de 15,1 millones de barriles de crudo, lo que representaría un retraso adicional de $900 millones. En total, la exportación de crudo en pausa representa un aplazamiento de ingresos por aproximadamente $1.098,28 millones.

Impacto fiscal y financiero de la crisis petrolera
Según expertos, como el consultor energético Darío Dávalos, esta situación complica el flujo de fondos hacia la cuenta fiscal utilizada para financiar la importación de derivados. Esta cuenta depende en gran parte de los ingresos provenientes de la exportación de crudo, por lo que la actual paralización podría poner en riesgo el abastecimiento energético y las metas presupuestarias del Estado.
Reanudación del transporte y posibles escenarios
La portavoz presidencial, Carolina Jaramillo, anunció que el transporte de crudo podría reanudarse entre el 23 y el 26 de julio de 2025. Primero se restablecerá el OCP Ecuador y, posteriormente, el SOTE. Una vez reactivado el sistema, se espera que la exportación de crudo se retome gradualmente y que los ingresos se normalicen hacia finales de julio o inicios de agosto.
No obstante, los efectos de la suspensión ya están en marcha. La baja producción, combinada con la falta de ingresos por exportación de crudo, podría agravar las dificultades fiscales del país, y alterar la planificación económica nacional. La recuperación dependerá de la rapidez con la que Petroecuador reprograme sus entregas y reactive los concursos de venta.
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Fuente:
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