Los acuerdos comerciales próximos a firmarse entre Ecuador con Corea del Sur, China y Costa Rica generan optimismo para el sector productivo, pues abren nuevos mercados para los productos ecuatorianos, así como un acceso preferencial a insumos y maquinaria a menor costo.
Corea del Sur, por ejemplo, es el décimo primer destino de las exportaciones del país. Actualmente, se envían más de 55 productos, entre ellos camarón, banano, pesca fresca y alimento para animales. Se prevé que el tratado con esta nación entre en vigencia en octubre y que más del 95 por ciento de las exportaciones no petroleras nacionales tengan acceso preferencial.
Con China, en cambio, se espera que el proceso concluya el primer semestre del 2024 y que en los próximos 10 años los envíos crezcan entre 3.000 y 4.000 millones de dólares.
En el caso de Costa Rica, el Viceministerio de Comercio Exterior señala que se está trabajando con las contrapartes para solventar el dictamen de la Corte Constitucional del 28 de julio pasado para ciertos artículos.
La resolución -explica- no es un rechazo al acuerdo, sino recomendaciones planteadas por el órgano de control a 17 artículos de un total de 1.000, por lo que ambos países dispusieron a sus equipos técnicos subsanar las recomendaciones.
A través de este tratado de libre comercio, Ecuador busca establecer una presencia estratégica en Centroamérica y el Caribe. Una vez que entre en vigor, la expectativa es que las exportaciones crezcan alrededor del 10 por ciento y lleguen hasta los 37 millones de dólares en aproximadamente 14 sectores, entre ellos: metalmecánica, productos de madera, textil y confecciones, línea blanca, cuidado personal, cerámica sanitaria, cosméticos, conservas de pescado y camarón.
“Se estima que las exportaciones ecuatorianas dejen de pagar tributos por concepto de aranceles ad valorem en el año uno por un valor aproximado de 741.663 dólares y de 1’594.485 dólares en el año 15”, manifiesta el Viceministerio.
Gran expectativa
La política comercial implementada por Ecuador en los últimos dos años genera expectativas para los productos con potencial de exportación. Así lo cree Fernanda Pólit, directora ejecutiva de la Asociación de Productores Ecuatorianos de Frutas y Legumbres (Aprofel), quien destaca el acercamiento que se ha dado hacia socios comerciales naturales grandes y pequeños.
En el caso de este gremio, cuyos principales aliados son los productores de brócoli y las empresas que lo procesan y congelan, existe interés en que se concluyan los acuerdos con Japón y Estados Unidos para que sus productos puedan ser más competitivos.
Para la industria de brócoli los envíos del vegetal al mercado japonés representan el 43 por ciento y para el estadounidense el 33, le sigue la Unión Europea con el 17 por ciento.
Pólit resalta que el sector espera la aprobación de la propuesta de Ley de Innovación y Desarrollo en Ecuador (IDEA, por sus siglas en inglés), pues con esta se reducirían los aranceles para casi el 99 por ciento de la oferta exportable no petrolera ecuatoriana y el país sería beneficiario de la Ley de Recuperación Económica de la Cuenca del Caribe, iniciativa que beneficia a 17 países con preferencias arancelarias unilaterales para ingresar a Estados Unidos.
“De aprobarse la mayoría de los productos exportados por nuestro sector ingresarían con un cero por ciento de arancel en lugar del 14.9 por ciento que pagamos actualmente”, manifiesta la directiva.
El sector de brócoli dice estar preparado para aumentar su volumen a otros mercados, pues cuenta con todas las certificaciones para ingresar a destinos donde la calidad es prioridad. El primer semestre de este año las exportaciones de este vegetal congelado alcanzaron los 91 millones de dólares.
Temas sensibles
Dependiendo del país con el que se negocia el tratado comercial, las expectativas pueden variar, señala Camilo Ontaneda, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles de Ecuador (AITE). La negociación con China, por ejemplo, despertó inquietud en los productores ecuatorianos, debido a los subsidios e incentivos que otorga el país asiático a su producción nacional y por su mano de obra barata.
El sector textil-confección, señala Ontaneda, en la negociación con China se logró la exclusión de todos los productos terminados como prendas de vestir y ropa de hogar, que son bienes que suelen ingresar al país con precios bajos, incluso por debajo del costo de la materia prima para el productor nacional.
“Esto no significa que se dejará de importar estos bienes, simplemente no se beneficiarán de un tratamiento preferencial”, aclara.
En el caso de la negociación con Costa Rica, el panorama es diferente, pues existe el interés de exportar ropa de hogar, debido a que este mercado demanda muchos productos para hotelería como sábanas y toallas.
La negociación concluyó con la apertura inmediata en el ámbito textil, excepto para unas pocas subpartidas. Una vez que entre en vigencia se prevé un incremento de exportaciones de entre el 10 y 20 por ciento.
El sector textil también está pendiente de las negociaciones que pueden darse con Canadá y República Dominicana, pero sobre todo con Estados Unidos. Otros nichos de interés son el mercado andino con Colombia, Perú y Bolivia, y Europa para productos más artesanales y de alto valor agregado.
El Viceministerio de Comercio Exterior afirma que se hay acercamientos para nuevos acuerdos comerciales a corto plazo con Canadá, Panamá y República Dominicana y, en el mediano plazo con Israel y la ley IDEA con Estados Unidos. Adicionalmente, se trabaja en la implementación de otros tratados con Reino Unido, Chile y Guatemala.
Fuente: Vistazo.com
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