La revolución de las bancas digitales ha transformado la forma en que las personas gestionan sus finanzas, eliminando la necesidad de acudir a una sucursal bancaria física. Esto ha llevado a las instituciones financieras a replantear su presencia tradicional.
Según la Asociación de Bancos privados del Ecuador (Asobanca), en 2021, el 41% de las transacciones se realizaron a través de canales digitales, en comparación con el 21% registrado en 2019. Este dato muestra el crecimiento exponencial de este fenómeno y la preferencia cada vez mayor de los usuarios por la banca en línea.
2innovate, plataforma que provee a las instituciones financieras la arquitectura fundamental para sus sistemas de pago, asegura que “para los bancos, ya no se trata de si deben digitalizarse, sino de cómo hacerlo de manera efectiva.”
Pablo Pereyra, director de ingresos y ventas de 2innovate, destaca que esta aceleración digital representa una oportunidad para reinventar la banca, mirando hacia el futuro y siendo pioneros en una experiencia bancaria moderna que ofrezca seguridad, rentabilidad y capacidad de crecimiento.
Radat Tech Startup asegura que Ecuador está experimentando una apertura en la digitalización del sector bancario, ya que el número de servicios financieros que utilizan la tecnología aumentó un 77% entre 2017 y 2021.
De acuerdo con la última encuesta de Digital Banking Report, el 77% de los banqueros a nivel mundial prevé que para 2025, tres cuartas partes de las nuevas cuentas se abrirán a través de canales digitales. Este pronóstico coincide con la investigación realizada por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU), que reveló que el 65% de los ejecutivos bancarios creen que el modelo basado en sucursales estará obsoleto en un plazo de cinco años.
En respuesta a esta tendencia, múltiples entidades financieras han optado por cerrar miles de sucursales físicas en los principales mercados, potenciando así los servicios digitales. Según la National Community Reinvestment Coalition, en Estados Unidos el 9% de todas las sucursales bancarias cerraron entre 2017 y 2021. Es evidente que las bancas digitales están desafiando la existencia de las sucursales bancarias físicas, y las instituciones financieras deben adaptarse rápidamente para ofrecer una experiencia bancaria innovadora y eficiente a sus clientes en la era digital.
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