Guayaquil, junio de 2025. La escalada del conflicto en Medio Oriente entre Irán e Israel ha provocado reacciones internacionales. También ha generado reflexiones sobre el posicionamiento de distintos países. En ese contexto, Hernán Pérez Loose, exembajador de Ecuador ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sostiene que Irán no ha representado un socio relevante para Ecuador, ni en lo diplomático ni en lo comercial. A pesar de intentos esporádicos de acercamiento político, especialmente durante el gobierno de Rafael Correa, las relaciones entre ambos países han sido históricamente distantes.

Un acercamiento impulsado por el expresidente Correa
Durante la administración de Rafael Correa (2007-2017), Ecuador experimentó una breve etapa de acercamiento con Irán. En 2008, el entonces mandatario ecuatoriano visitó Teherán y expresó públicamente admiración por el liderazgo del presidente iraní de ese momento. Fue un intento por consolidar alianzas con países que desafiaban el orden internacional establecido. Correa buscaba posicionar a Ecuador como parte de un eje contestatario junto con naciones como Irán, Corea del Norte, China y Rusia. Esto seguía el ejemplo de Hugo Chávez.
Este entusiasmo, calificado por Pérez Loose como “novelería ideológica”, se desvaneció progresivamente. La radicalización del régimen iraní y su agresiva postura en el escenario internacional provocaron el enfriamiento de la relación. No se consolidaron vínculos diplomáticos o económicos significativos.
Irán en el comercio exterior ecuatoriano: escasa relevancia
En el ámbito económico, Irán tampoco ha representado un socio importante para Ecuador. De acuerdo con Pérez Loose, se registraron exportaciones esporádicas de productos como banano. Sin embargo, la lejanía geográfica, cultural y política entre ambos países ha impedido que se desarrollen relaciones comerciales consistentes.
“La relación con el Medio Oriente ha sido siempre tenue”, afirma el diplomático. Indica que los últimos gobiernos —de Lenín Moreno y Guillermo Lasso— mantuvieron un interés general por acercarse a esa región. Sin embargo, no se concretó una agenda sustantiva con Irán.
Impacto del atentado a la AMIA en la visión regional sobre Irán
Uno de los factores que ha afectado la percepción de Irán en América Latina es el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, en 1994. Las investigaciones señalaron la posible responsabilidad del régimen iraní en ese ataque terrorista. Esto deterioró aún más las posibilidades de establecer lazos con gobiernos latinoamericanos, incluido Ecuador.
Pérez Loose considera que, aunque no existe enemistad directa con Irán, la ausencia de relaciones diplomáticas sólidas responde a una falta de afinidades y oportunidades de cooperación. “Irán no ha sido para Ecuador un país de mucha importancia”, recalca.
Daniel Noboa y una política exterior distante de Irán
El actual presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha manifestado su intención de fortalecer los vínculos con Medio Oriente, particularmente con economías emergentes y países del Golfo Pérsico. Sin embargo, según el exembajador, Irán no figura entre las prioridades de la política exterior de este gobierno.
“No veo que por ahora sea un país que con el Ecuador tenga algún interés en tener relaciones”, señala Pérez Loose. Él atribuye esta distancia a la actitud beligerante del régimen iraní y a la falta de intereses comunes.
La presión de Estados Unidos: Ecuador sin protagonismo en el conflicto
Frente a la reciente escalada bélica entre Irán e Israel, Estados Unidos ha exhortado a los países de América Latina a tomar una posición clara. No obstante, desde la visión de Pérez Loose, Ecuador no tiene un rol relevante que desempeñar en este conflicto internacional.
“Ecuador no puede aportar nada al conflicto. Es un tema que se resuelve en otras instancias internacionales”, asegura. Alinearse con una política determinada no equivale a involucrarse activamente, y por ahora, Ecuador mantiene una postura de neutralidad.
Distancias geográficas e ideológicas
Las declaraciones de Hernán Pérez Loose evidencian que, más allá de un fugaz acercamiento político durante el correísmo, Ecuador e Irán no han construido una relación bilateral profunda. Ni el comercio ni la diplomacia han logrado superar las barreras geográficas, culturales y políticas. En un mundo polarizado por conflictos geoestratégicos, Ecuador opta por mantenerse al margen. Prefiere no asumir protagonismos ni riesgos innecesarios en una confrontación que le es ajena.
Fuente:
El Universo
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