Con 82 votos a favor y 60 en contra, la Asamblea Nacional del Ecuador aprobó este martes 3 de junio de 2025 la reforma parcial al artículo 5 de la Constitución. Esta medida abre la posibilidad de que se instalen bases militares extranjeras en el país. La propuesta fue presentada por el presidente Daniel Noboa en septiembre de 2024 como parte de una estrategia para enfrentar la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador.

Un cambio significativo en la Carta Magna
El artículo 5 original de la Constitución establecía categóricamente que “Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras».
Con la reforma aprobada, ese texto ha sido reducido a una sola frase: “Ecuador es un territorio de paz”. Esta modificación elimina expresamente la prohibición de negociar acuerdos para la instalación de infraestructura militar en el territorio nacional. Ahora, el Gobierno tiene la posibilidad de establecer estas negociaciones con otras naciones.
Justificación del Ejecutivo: combatir el crimen organizado
El presidente Noboa ha defendido la propuesta bajo el argumento de que la presencia de bases extranjeras puede reforzar la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Estos problemas han escalado en los últimos años. Durante los debates, la legisladora Nataly Morillo, del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), mocionó la aprobación de la reforma. Ella sostuvo que el país se enfrenta a una amenaza creciente por parte de estructuras criminales como los Latin Kings.
“El poder político que se les dio los convirtió en multinacionales delictivas. Estas estructuras han penetrado la justicia, la contratación pública e incluso el control de varios municipios”, argumentó Morillo durante la sesión legislativa.
Oposición alerta sobre amenazas a la soberanía
Sin embargo, la reforma no estuvo exenta de críticas. La bancada de la Revolución Ciudadana votó en bloque en contra de la modificación. Ellos expresaron su preocupación por lo que consideran un atentado a la soberanía del país. “La presencia de fuerzas armadas extranjeras representa un grave riesgo de injerencia en asuntos internos y una amenaza al principio de no intervención”, sostuvieron varios legisladores opositores.
Incluso se advirtió que esta reforma podría tener repercusiones internacionales. Esto es especialmente cierto con países vecinos que podrían cuestionar la presencia de bases militares foráneas cerca de sus fronteras.
El siguiente paso: referéndum popular
A pesar de su aprobación en el pleno, la reforma aún no entra en vigencia. Al tratarse de una enmienda parcial a la Constitución, el texto deberá ser sometido a referéndum popular. El Consejo Nacional Electoral (CNE) tendrá que organizar la consulta, y será la ciudadanía la que finalmente ratifique o rechace la modificación.
Hasta que eso ocurra, el tema seguirá generando intensos debates en la sociedad ecuatoriana. La nación está dividida entre quienes priorizan la seguridad nacional y quienes defienden la integridad territorial como un principio irrenunciable.
📌 Fuente:
El Universo
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