Por primera vez en sus 148 años de historia, el torneo de Wimbledon ha dejado de contar con jueces de línea humanos. La edición 2025 marca el inicio oficial del uso exclusivo del sistema de llamada de línea electrónica (ELC, por sus siglas en inglés), basado en inteligencia artificial.
Este cambio representa una transformación radical en uno de los eventos más tradicionales del tenis mundial. El sistema se encarga ahora de determinar en tiempo real si una pelota ha entrado o salido de la cancha, sin intervención humana.
Más de 450 cámaras en acción
El sistema ELC fue anunciado en octubre de 2024 por el All England Club, organizador del torneo. Está compuesto por una red de más de 450 cámaras de seguimiento de alta velocidad, instaladas en todas las canchas del recinto.
Estas cámaras capturan datos al instante sobre la trayectoria y ubicación de la pelota. Las decisiones se emiten de forma automática a través de altavoces colocados discretamente alrededor del campo de juego.
Con esta implementación, desaparecen los jueces de línea que tradicionalmente señalaban las jugadas con gestos visuales y llamados verbales. Según la organización, el objetivo principal es mejorar la precisión y la coherencia en las decisiones arbitrales.
Tradición e innovación
Sally Bolton, directora ejecutiva del All England Club, aseguró que la medida no responde a razones económicas. “Se trata de evolucionar el torneo y asegurarnos de que estamos proporcionando la llamada de línea más efectiva posible”, afirmó.
Bolton destacó que el torneo busca equilibrar innovación tecnológica con el respeto por su legado. “Wimbledon siempre ha sido un referente de tradición, pero también debe liderar en modernización”, agregó.
Opiniones divididas entre los asistentes
La eliminación de los jueces de línea ha generado reacciones mixtas entre el público. Algunos asistentes consideran que el torneo ha perdido parte de su esencia.
“La tecnología es buena, pero creo que ha perdido algo al no tenerlos allí”, opinó Fiona Jones, espectadora habitual de Wimbledon.
Protestas frente al recinto
Fuera del All England Club también se hicieron sentir las voces críticas. Dos jóvenes británicos, de 26 y 27 años, vestidos como jueces de línea, protestaron frente a las puertas del torneo con pancartas que decían: “La IA me quitó mi trabajo”.
La protesta llamó la atención de medios y asistentes, y refleja una preocupación creciente sobre el avance de la automatización en el empleo, especialmente en espacios con fuerte carga simbólica como Wimbledon.

Una tendencia en crecimiento
Wimbledon se suma así a otros torneos del circuito profesional que ya han adoptado el arbitraje automatizado. Sin embargo, lo hace de forma total y definitiva, convirtiéndose en el primer Grand Slam en eliminar por completo la intervención humana en las decisiones de línea.
La medida confirma una tendencia que crece en el deporte de alto nivel: el uso de inteligencia artificial como herramienta central para la toma de decisiones y el control del juego.
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