El turismo regenerativo ha ganado terreno en los últimos años, impulsado por una creciente conciencia ambiental y social entre los viajeros. Ya no se trata solo de “no dañar”, sino de generar un impacto positivo y duradero en los destinos visitados.
Frente al avance del cambio climático y el impacto ambiental del turismo global, esta modalidad gana adeptos y se presenta como una opción transformadora para un sector que, según la OMT, ya supera en volumen de negocio a las exportaciones de petróleo o automóviles.
Más allá de la sostenibilidad: ¿qué es el turismo regenerativo?
No existe una única definición de turismo regenerativo, pero sí una visión común: restaurar, nutrir y crear condiciones para que todas las formas de vida prosperen.
Según Alexa Pauls, directora académica de Turismo Sostenible en la Universidad del Medio Ambiente de México, este enfoque parte de una lectura sistémica del lugar, promoviendo relaciones armónicas entre visitantes, comunidades locales y naturaleza. “No se trata solo de conservar, sino de regenerar y reparar el daño realizado”, explica.
Una visión inspirada en la naturaleza
Martín Araneda, cofundador de la iniciativa global Turismo Regenerativo, agrega que este modelo se inspira en los procesos naturales. La clave está en imitar la sabiduría del entorno: diseñar experiencias que sigan los ritmos de la tierra, valoren la identidad local y fortalezcan la resiliencia de los territorios.
El objetivo: generar un impacto positivo, devolver más de lo que se toma y contribuir al bienestar colectivo.
¿En qué se diferencia de otros tipos de turismo?
A diferencia del turismo convencional, centrado en satisfacer al turista a toda costa —muchas veces a expensas del entorno—, el turismo regenerativo prioriza el bienestar del destino, sus habitantes y sus ecosistemas.
Tampoco se limita a “hacer el menor daño posible” como el turismo sostenible, ni a canalizar recursos hacia la conservación. Va más allá: busca transformar la manera de pensar, producir y vivir el turismo.
Principios que guían una nueva forma de explorar el mundo
El turismo regenerativo se sustenta en principios clave:
- Restauración ecológica y conservación de la biodiversidad.
- Revitalización de la cultura local y su memoria ancestral.
- Generación de empleo digno y fortalecimiento comunitario.
- Movilidad limpia y respetuosa con el entorno.
- Experiencias que conectan al viajero con su entorno, su cuerpo y su interior.
- Apoyo a la agricultura regenerativa y acceso a alimentos locales.
En definitiva, busca que el desarrollo turístico no solo no dañe, sino que favorezca los estilos de vida locales y potencie las capacidades del territorio.

Una experiencia transformadora para todos
Para sus impulsores, el turismo regenerativo no solo cambia al lugar, sino también a quien lo visita. En un mundo acelerado y desconectado, este modelo propone viajes que reconectan con el ritmo de la naturaleza, con las raíces culturales y con uno mismo.
Así, el turismo deja de ser un mero consumo para convertirse en una herramienta de sanación, regeneración y transformación social. Viajar, en este nuevo paradigma, es también un acto de cuidado y compromiso con la vida.
Fuente: National Geographic
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