El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se sometió a su segundo chequeo físico de 2025 en el Centro Médico Walter Reed. Allí Trump recibe la vacuna contra el covid-19 y también la de la gripe. La visita, realizada el 10 de octubre, incluyó varios exámenes preventivos, según informó el médico presidencial, Dr. Sean Barbabella.
Evaluación médica y vacunación preventiva
Durante la consulta médica, Trump recibe la vacuna contra el covid-19 como parte de un plan de inmunización previo a su próximo viaje internacional.
El presidente también fue inoculado con la dosis anual contra la influenza, siguiendo las recomendaciones del equipo de la Casa Blanca.
En un comunicado oficial, Barbabella explicó que “el presidente Trump continúa demostrando excelente salud en general”. Este comunicado se emitió luego de que Trump, al recibir la vacuna contra el covid-19, también compartiera detalles sobre su fortaleza general. También destacó que su edad cardíaca es 14 años menor que la cronológica. Esta afirmación, basada en pruebas de electrocardiograma, busca resaltar la vitalidad cardiovascular del mandatario de 79 años.

Un examen inusual y nuevas observaciones médicas
Lo que más llamó la atención fue que Trump recibe la vacuna contra el covid-19 durante su segunda visita médica del año. Esto es algo poco común para un presidente estadounidense. En abril ya se había sometido a un examen físico descrito como “anual”. Por lo tanto, este nuevo control despertó interrogantes sobre su estado de salud.
El cardiólogo Jonathan Reiner, analista de CNN, manifestó preocupación por la falta de transparencia en el informe médico. Además, destacó que la cita donde Trump recibió la vacuna contra el covid-19, careció de detalles clínicos completos. También señaló que el documento “carece de datos clínicos concretos”. Además, advirtió que la herramienta de inteligencia artificial usada para calcular la edad cardíaca “no tiene validación médica estandarizada”.
Condición venosa y seguimiento médico
La Casa Blanca había confirmado meses atrás que Trump padece insuficiencia venosa crónica, una afección común en adultos mayores. Esto fue motivo de especulación tras la hinchazón observada en sus piernas.
Los médicos aclararon que la dolencia está bajo control. No representa riesgo inmediato.
Además, el mandatario ha sido visto con hematomas en las manos. Según su equipo, se deben a apretones de manos y al consumo frecuente de aspirina. En este contexto, donde Trump recibe varias vacunas contra distintas enfermedades, las marcas en sus manos han generado comentarios. A pesar de los comentarios, la administración asegura que el presidente mantiene su rutina diaria sin limitaciones. Esto refuerza la imagen de fortaleza física antes de un nuevo viaje diplomático.
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