El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes la construcción de un nuevo sistema de defensa aérea llamado “domo dorado”. Este sistema tendría como objetivo interceptar misiles provenientes tanto de la Tierra como del espacio. Desde el Despacho Oval, Trump detalló que esta megaestructura se integrará a las capacidades de defensa ya existentes del país. Se espera que esté operativa antes del fin de su mandato actual, previsto para 2029.

El costo estimado para este proyecto asciende a US$175.000 millones. Una inversión inicial de US$25.000 millones ya está incluida en la propuesta presupuestaria que se discute actualmente en el Congreso estadounidense.
Inspiración en el «Domo de Hierro» de Israel
Trump comparó el nuevo sistema con el conocido “Domo de Hierro” de Israel, utilizado exitosamente para interceptar proyectiles en Medio Oriente. Sin embargo, aseguró que el “domo dorado” estadounidense será tecnológicamente mucho más avanzado. Entre sus capacidades estará la destrucción de misiles hipersónicos, misiles balísticos y de crucero. Incluso aquellos lanzados desde el espacio.
“Interceptará misiles, incluidos los lanzados desde el otro lado del mundo o desde el espacio”, afirmó Trump. Subrayó que el sistema buscará una cobertura total del espacio continental de Estados Unidos.
Aumento de amenazas globales
Durante la presentación oficial, Trump estuvo acompañado por el general Michael Guetlein, vicejefe de operaciones espaciales del Pentágono. Él será el encargado de supervisar el proyecto. Guetlein señaló que los países adversarios de EE.UU., como China y Rusia, han incrementado significativamente sus capacidades militares. Han desarrollado misiles hipersónicos que pueden alcanzar territorio estadounidense en una hora a velocidades superiores a los 9.600 kilómetros por hora.
El general calificó al “domo dorado” como un enfoque “audaz y agresivo” para proteger al país ante este tipo de amenazas avanzadas.
Defensa también contra drones y amenazas emergentes
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, añadió que el sistema también está diseñado para contrarrestar ataques de drones. Incluye aquellos con capacidad nuclear. Según un documento reciente de la Agencia de Inteligencia de Defensa, se prevé que las amenazas de misiles “se expandirán en escala y sofisticación” en los próximos años.
Este informe resalta que tanto China como Rusia estarían diseñando sistemas que puedan explotar las brechas existentes en las defensas estadounidenses. Esta situación refuerza la urgencia de este nuevo sistema de protección.
Un sueño que se remonta a la era Reagan
Trump recordó que la idea de un sistema defensivo de este tipo no es nueva. Ya en los años 80, el entonces presidente Ronald Reagan propuso la Iniciativa de Defensa Estratégica. Era conocida popularmente como “Star Wars”, y buscaba construir un sistema espacial de defensa contra misiles de la Unión Soviética. Sin embargo, ese ambicioso proyecto fue finalmente cancelado por los altos costos y las dificultades tecnológicas.
A pesar de estas experiencias pasadas, Trump asegura que su plan será diferente. Es diferente tanto por el nivel tecnológico actual como por el compromiso financiero que ha planteado desde el inicio.
Inversión y escepticismo presupuestario
Aunque la administración Trump contempla una inversión inicial de US$25.000 millones, la Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió que el costo total podría escalar drásticamente. Según sus estimaciones, solo las partes espaciales del sistema podrían requerir hasta US$542.000 millones en un periodo de 20 años.
Este aumento de costos podría enfrentar resistencia en el Congreso. Especialmente entre los legisladores que buscan contener el gasto público o priorizar otras áreas como salud, educación o infraestructura.
El reto: aprobar el presupuesto y cumplir los plazos
Siete días después de asumir su segundo mandato presidencial, Trump ordenó al Departamento de Defensa que elabore un plan para este sistema. Sin embargo, para que el “domo dorado” se convierta en realidad, su administración deberá superar múltiples desafíos técnicos, logísticos y políticos. Esto incluye la aprobación del presupuesto completo y el cumplimiento de los plazos de ejecución.
Aún no se han revelado detalles sobre los contratistas o la tecnología específica que se usará. No obstante, la expectativa de la Casa Blanca es iniciar la construcción lo antes posible para cumplir con el cronograma establecido.
El anuncio del “domo dorado” marca una nueva etapa en la política de defensa de Estados Unidos, con un enfoque ambicioso que busca blindar al país ante amenazas emergentes. Esta iniciativa toma lugar en una era de competencia geopolítica cada vez más intensa. A medida que avance el proyecto, se evaluará si la iniciativa será un hito tecnológico en defensa nacional o un intento costoso con resultados inciertos.
Fuente: BBC Mundo
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