El 7 de julio de 2012, Juliana Campoverde, de 18 años, desapareció en el sur de Quito. Luego de un largo proceso de investigación, se determinó que el pastor evangélico Jonathan Carrillo fue el principal sospechoso. En noviembre de 2018 fue formalizado por secuestro extorsivo con resultado de muerte, y en julio de 2019 fue condenado a 25 años de prisión.

🕵️♂️ Obstáculos en la investigación
Durante los primeros seis años el caso fue ralentizado por diversas fiscalías. Hasta once fiscales pasaron sin formular cargos debido a negligencia. También por falta de enfoque de género y posibles vínculos institucionales con la iglesia Oasis de Esperanza. En 2018, la fiscal Mayra Soria reactivó el caso. Juntó pruebas clave como triangulación de llamadas, análisis de imágenes forenses, y conducción a lugares donde presuntamente estaban los restos.
Sentencia y medidas de reparación
El 17 de julio de 2019, Jonathan Carrillo fue condenado a 25 años de prisión por secuestro extorsivo con resultado de muerte. Además se establecieron medidas de reparación que incluyeron USD 100.000 para la familia. También el cierre definitivo de la iglesia Oasis de Esperanza. Otras medidas fueron la creación de un registro nacional de pastores y la capacitación en investigación con enfoque de género a policías y fiscales.
🧩 El cuerpo sigue sin aparecer
A pesar de las diligencias posteriores a la sentencia, los restos de Juliana no han sido hallados. Durante excavaciones en la quebrada de Bellavista se encontraron restos humanos, pero no fueron identificados como los de Juliana. La familia considera que la falta de resultados refleja una persistente inacción estatal.
👩👧👦 La voz de una madre que no cesa
Desde 2023 la madre de Juliana, Elizabeth Rodríguez, con apoyo de organizaciones como Asfadec, Inredh y colectivos feministas, ha realizado múltiples plantones frente al Ministerio del Interior. Exige que se reactive la búsqueda y se cumplan las medidas de reparación. En julio de 2024 exigió que “no descansaremos hasta que el Ministerio del Interior, Fiscalía y la Policía den con el paradero de mi hija”.
🎯 Exigencia principal: búsqueda activa y justicia efectiva
La familia y diversas organizaciones insisten en que la fiscalía y el Ministerio del Interior deben presentar una hoja de ruta clara para localizar los restos de Juliana. También deben activar un plan interinstitucional y hacer efectiva la recompensa ofrecida por información. Señalan que el Estado no ha cumplido ni una sola de las acciones comprometidas en la sentencia.
🔁 Lecciones y demandas al sistema de justicia
Este caso evidencia carencias estructurales en la atención de desapariciones. Hay alta rotación de fiscales, falta de protocolos con perspectiva de género. También una deficiente coordinación interinstitucional y poca transparencia hacia las víctimas. La condena, aunque histórica por imputarse sin tener el cuerpo, aún no representa una reparación completa para la familia.
Han transcurrido 13 años desde que Juliana Campoverde desapareció. A pesar de la condena y las medidas dictadas en 2019, el Estado ecuatoriano aún no localiza sus restos ni ha cumplido con las acciones establecidas. La persistente movilización de su madre y las organizaciones que la respaldan, junto a la gravedad del crimen, exigen una respuesta urgente del sistema de justicia. La impunidad parcial no puede ser el final de esta historia. Justicia plena implica no solo condenar, sino también entregar los restos para que Juliana descanse y su familia encuentre la verdad.
Fuente: Radio Corape.
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