La Planta de Agua Potable de Calderón emerge como una solución esencial para uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta esta parroquia, que cuenta con una población cercana a los 500.000 habitantes. La escasez de agua se agudiza, especialmente durante los meses de junio, julio y agosto, donde el suministro apenas alcanza unas pocas horas al día. En algunos sectores, la situación es aún más crítica, con cortes de servicio que pueden extenderse hasta una semana entera.
Construcción de una planta propia
La construcción de una planta propia de tratamiento de agua se ha convertido en una necesidad imperativa para la comunidad. Según Mercedes Luque, presidenta del GAD de Calderón, aproximadamente la mitad de la población de la parroquia carece de acceso al servicio de agua potable de forma regular.
Inspección y avances del proyecto
Recientemente, el alcalde Pabel Muñoz y otras autoridades llevaron a cabo una inspección en el lugar donde se está construyendo la planta, ubicada en San Juan de Calderón. Se espera que esta planta tenga una capacidad de procesamiento de 1.300 litros por segundo, lo que garantizaría el suministro de agua para la población hasta el año 2054.
Desafíos y proyecciones futuras
El proyecto avanza con paso firme, con una primera fase que apunta a alcanzar una capacidad de procesamiento de 650 litros por segundo para el año 2026. Sin embargo, se han encontrado obstáculos, como problemas en la segunda fase de la línea de conducción Puembo-Calderón, que requirieron una recontractación.
Se prevé que la Planta de Agua Potable de Calderón no solo resolverá los problemas de abastecimiento de agua en la parroquia, sino que también beneficiará a áreas circundantes, como las parroquias de San Antonio y Calacalí, en el noroccidente de Pichincha. Con estos avances, se augura un futuro más prometedor en términos de acceso equitativo al agua potable para todos los habitantes de la región.
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