La tensión entre la alta dirección de Meta, dueña de Facebook, WhatsApp e Instagram, y sus empleados ha alcanzado un punto crítico. Esta escalada ocurrió luego de que Andrew Bosworth, director de Tecnología (CTO) de la compañía, sugiriera a los trabajadores descontentos que «consideren trabajar en otro lugar» si no están de acuerdo con las políticas de la empresa.
Conflicto en el foro interno de Meta
El incidente ocurrió en el foro interno Workplace de Meta, en un grupo llamado «Let’s Fix Meta», con casi 12,000 miembros. La controversia surgió cuando Bosworth compartió un artículo sobre una reunión general filtrada, lo que provocó una serie de intercambios acalorados entre empleados. Muchos expresaron preocupaciones sobre cambios recientes en las políticas de la empresa, especialmente en temas de moderación de contenido y libertad de expresión.
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Políticas que generan malestar
El creciente malestar interno en Meta se relaciona con modificaciones en la moderación de contenido, programas de diversidad e inclusión y el manejo de comunicaciones internas. Algunos empleados criticaron las «políticas transfóbicas y homofóbicas» de la empresa, mientras otros cuestionaron los recortes en programas de DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión).
Respuesta firme de Andrew Bosworth
La respuesta de Bosworth fue contundente: «Si tu visión es que ‘todos tienen que estar de acuerdo con todas las políticas que tenemos’, entonces deberías considerar trabajar en otro lugar». Este comentario ha intensificado el conflicto, dando a los empleados una elección clara: irse o comprometerse.
Cambios en la cultura corporativa de Meta
La controversia se enmarca en una serie de cambios en la cultura corporativa de Meta. La empresa ha alterado su enfoque en las sesiones de preguntas y respuestas internas, con el objetivo de evitar filtraciones. Las preguntas «improductivas» y las que ya se hayan respondido serán omitidas.
Recortes y ambiente hostil
Además, el CEO Mark Zuckerberg ha estado en el centro de la polémica tras anunciar recortes de «empleados de bajo rendimiento». Estos cambios, sumados a las nuevas políticas, han generado un ambiente laboral que algunos describen como «más hostil».
La situación refleja una creciente división entre la dirección ejecutiva y los empleados.
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