Dos de los cuatro oficiales del Ejército que estuvieron en el dormitorio la noche que murió la subteniente Aidita Ati en el Fuerte Napo han entregado muestras biológicas para compararlas con el líquido encontrado en el cuerpo de la militar. Ati Gavilánez, de 25 años y miembro de la brigada Napo, fue hallada sin vida el 30 de junio, recostada en su cama. Inicialmente, el Ejército informó que se trataba de una muerte por asfixia y luego sugirió que ella había ingerido alcohol. Sin embargo, la Fiscalía investiga el hecho como un presunto femicidio.
El 3 de julio se realizaron dos importantes diligencias como parte del caso, según explicó la abogada de la familia de Ati, Paola Montoya. “Estamos claros que fue un femicidio (…) esperamos que el espíritu de cuerpo no brille en este caso, porque la sociedad está cansada de esto”, afirmó Montoya en una entrevista con Ecuavisa. El padre de la subteniente, Luis Ati, también manifestó su convicción de que la muerte de su hija no fue natural, sino un asesinato.
Entre las diligencias realizadas, se destaca la reconstrucción de los hechos ocurridos la noche en que la subteniente Ati murió en el fuerte militar Napo. Esta reconstrucción incluía el ingreso a la habitación donde residía Ati y la presencia de los cuatro oficiales sobre quienes pesan medidas cautelares. La subteniente vivía en una villa con otros ocho dormitorios, aunque no todos estaban ocupados. La abogada Montoya destacó que la indagación se complica debido a la ausencia de cámaras de videovigilancia en las residencias y el destacamento militar.
Otra de las pericias realizadas fue la prueba de luminol para examinar cualquier rastro de sangre o fluido corporal que pueda ayudar en las investigaciones del presunto femicidio. Montoya también reiteró que están solicitando la revocatoria de las medidas cautelares contra los oficiales, ya que ninguno de los cuatro está bajo prisión preventiva. Además, explicó que no solo se investiga el femicidio, sino también otros delitos como fraude procesal y violación. “Ellos (Ejército) no estaban autorizados para realizar una autopsia sin un familiar directo. ¿Con qué permiso se autorizó ese procedimiento?” cuestionó Montoya, refiriéndose a la acusación de fraude procesal.
El posterior examen al cuerpo de la subteniente reveló que fue golpeada y tenía moretones cerca de sus partes íntimas. Desde el 1 de julio, los familiares de Ati aseguran que la joven militar fue asesinada, en contraste con el comunicado del Ejército que mencionaba una muerte por “asfixia producida por una obstrucción de vía aérea mientras dormía”. Luis Ati afirmó que su hija fue ahorcada, golpeada y presuntamente violada.
Conclusión
Las investigaciones sobre la muerte de la subteniente Aidita Ati continúan, con avances significativos que apuntan a un posible femicidio. La familia y su abogada luchan por justicia en un caso complicado por la falta de pruebas contundentes y la falta de cooperación total de las autoridades militares. La sociedad sigue de cerca este caso, esperando que se esclarezca la verdad y se haga justicia para Ati y su familia.
También te puede interesar: La canciller Gabriela Sommerfeld analiza la política exterior del Gobierno y las relaciones con España en evento de CAMESPA