Plaza Grande, el epicentro del proceso político para la revocatoria al alcalde
Este miércoles 23 de abril, la revocatoria al alcalde comenzó formalmente con la instalación del primer punto de recolección de firmas en la Plaza Grande. El colectivo Cuida tu voto impulsa la iniciativa con el argumento de ejercer un control democrático sobre el poder local. La decisión de iniciar el proceso frente al Municipio no es casual. Se trata de un acto simbólico que interpela directamente a la autoridad elegida.
Desde este espacio, se proyecta una campaña de 180 días en las 65 parroquias de Quito, con el objetivo de recolectar más de 200 mil firmas válidas. La estrategia no solo se enfoca en la legalidad, sino también en el mensaje político que implica la acción colectiva de miles de ciudadanos.
Reacciones frente a la revocatoria al alcalde
Pabel Muñoz no tardó en responder. Según él, el proceso es ilegítimo y carece de fundamentos válidos. Su defensa se apoya en que la causa invocada para esta revocatoria ya fue sancionada por la autoridad electoral. Además, denuncia irregularidades como la supuesta falta de notificación oficial.
Desde su perspectiva, esta campaña es una distracción diseñada con fines políticos. En sus palabras, “no puede usarse la revocatoria como un deporte ni como chantaje”.

Ciudadanía y participación directa
Para el colectivo ciudadano que promueve la revocatoria al alcalde, el proceso no busca una sanción judicial, sino una evaluación política. Su líder, Néstor Marroquín, asegura que los argumentos de Muñoz no se sostienen frente al expediente del Consejo Nacional Electoral, donde consta que el alcalde fue notificado y respondió en tiempo.
Además, sostiene que este mecanismo representa una herramienta constitucional para revisar el mandato de los representantes, sin caer en la arbitrariedad.
La legitimidad electoral en entredicho
Uno de los puntos más debatidos en este proceso es la legitimidad de origen. Pabel Muñoz fue electo con el 25,18% de los votos en una contienda con 12 candidatos. Sus críticos aseguran que esa base de apoyo no garantiza un respaldo mayoritario. La revocatoria al alcalde abre así un debate más amplio sobre la representación política en ciudades fragmentadas electoralmente.
Revocatoria al alcalde, más allá de las firmas
Aunque no todas las firmas recolectadas serán válidas, los organizadores consideran que cada una representa una declaración política. El gesto de firmar se convierte en un acto de oposición, de deseo de cambio. Por eso, incluso si no se alcanza el número requerido, el proceso dejará huella en el escenario político quiteño.
Mientras tanto, el alcalde insiste en que no se dejará distraer por lo que llama una ofensiva sin sustento. Su discurso se centra en continuar con las obras y mantener el rumbo de su administración.
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