La crisis de agua potable en el sur de Quito se extiende por 12 días consecutivos. Afecta a más de 88.000 familias en seis parroquias que sobreviven con racionamientos. Además, compran botellas a precios triplicados y realizan caminatas de hasta dos horas para recoger baldes de fuentes comunitarias. Mientras tanto, el alcalde Pabel Muñoz reconoció que los trabajos para soldar los tubos dañados se retrasaron debido a las bajas temperaturas en la zona. Esto ha modificado nuevamente el cronograma de restablecimiento del servicio.

Bajas temperaturas paralizan soldadura en La Mica
El alcalde explicó que entre la noche del sábado y la madrugada del domingo se detuvieron los trabajos de soldadura de los nuevos tubos que conectan la laguna de La Mica con los tanques de tratamiento de El Troje. Esto se debió a temperaturas por debajo de los dos grados.
“Si la temperatura ambiente baja de los dos grados, la máquina ya no cumple el estándar de calidad previsto. Por eso nos tocó parar y eso generó un desfase de horas”, señaló Muñoz durante su informe semanal Frecuencia Quiteña.
Esta detención impidió cumplir el plan inicial de terminar la soldadura de 350 metros de tubería dañada el domingo por la noche. Esto permitiría abrir las compuertas de la laguna y enviar agua cruda a la planta de potabilización en un plazo de seis horas, con cuatro adicionales para su tratamiento y distribución.
“Soy cabalístico”: sin hora ni fecha oficial para el regreso del agua
Pabel Muñoz evitó dar una nueva fecha y hora exactas para el restablecimiento del servicio. Aseguró que no anunciará nada hasta tener información consolidada desde el sitio de trabajos:
“En esto soy hasta cabalístico. Hasta que tengamos todo claramente establecido, no voy a anunciar una nueva hora. Al mediodía, cuando tengamos un reporte consolidado, daremos la actualización”.
Los barrios de Guamaní, La Ecuatoriana, Quitumbe, Chillogallo, Turubamba y La Argelia esperaban recibir agua desde las 11:00 del lunes 21 de julio de 2025. La normalización completa estaba planificada hasta el martes por la tarde. Sin embargo, el desfase por la paralización de los trabajos generó una nueva modificación en el cronograma.
41 millones de litros entregados, pero siguen siendo insuficientes
Durante los 12 días de emergencia, el Municipio de Quito ha distribuido 41 millones de litros de agua. Esto equivale a 16,4 piscinas olímpicas, que, pese al esfuerzo logístico, resultan insuficientes frente al consumo real de esta parte de la ciudad. En esta área viven cerca de medio millón de personas.
A esta entrega no se suman los aportes de tanqueros adicionales ni las plantas potabilizadoras enviadas por el Gobierno Central. Esto ha reflejado una descoordinación entre el Municipio y las entidades estatales durante la emergencia.
Largas filas, madrugadas sin dormir y precios elevados
La crisis ha transformado la rutina de miles de familias en el sur de Quito. En barrios como Lucha de los Pobres y Turubamba de Monjas, vecinos reportan caminatas de hasta dos horas para conseguir agua de ojos de agua o fuentes comunitarias. Otros habitantes deben madrugar para alcanzar turnos en las filas para tanqueros o para recolectar agua antes de que se agote.
Además, el precio del agua embotellada se ha triplicado en algunas zonas debido a la alta demanda y la limitada oferta. Esto complica aún más la situación económica de las familias afectadas.
El COE Nacional cuestiona al Municipio por falta de plan de contingencia
El COE Nacional criticó la ausencia de un plan claro de contingencia por parte del Municipio de Quito para enfrentar la crisis de agua en el sur. Esto ha generado malestar entre los ciudadanos que siguen esperando soluciones concretas y un cronograma confiable para el restablecimiento del servicio.
Un sur que sigue esperando
Las seis parroquias del sur continúan sin servicio de agua potable. Esperan que se completen los trabajos de soldadura y se abran las compuertas de La Mica. Entonces, el líquido vital empezará a llegar de forma progresiva a sus hogares.
Por ahora, la situación se mantiene crítica, con la esperanza de que las condiciones climáticas permitan finalizar los trabajos sin más retrasos. Se espera que el servicio se normalice en los próximos días.
Fuente: Primicias.
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