Un nuevo hecho de violencia extrema conmociona a la capital ecuatoriana. El martes 29 de abril de 2025, se registró un crimen espeluznante en el sector del puente de Guápulo, en Quito. La Policía encontró el cuerpo sin vida de Enyerson Álvarez, de 27 años, a orillas del río Machángara. Presentaba signos evidentes de violencia física: hematomas múltiples, manos y pies atados. A su lado, Elvis Ávila, sobreviviente del hecho, fue hallado con vida y trasladado urgentemente a un centro de salud.
El secuestro en Quito que terminó en tragedia
El testimonio de Ávila, sin duda, fue clave para reconstruir lo ocurrido. Según su versión, ambos fueron víctimas de un secuestro en Quito, tras una fallida negociación comercial por un vehículo. Dicha transacción, valorada en 28 mil dólares, implicaba además el cobro de un saldo en el sector de La Florida Alta. Fue allí donde, al parecer, fueron interceptados; posteriormente, fueron golpeados brutalmente y, como consecuencia, conducidos contra su voluntad hasta el puente de Guápulo. Finalmente, en ese sitio, los agresores decidieron arrojarlos al vacío.
Un caso que apunta a crimen organizado
Este secuestro en Quito no solo evidencia el creciente nivel de inseguridad; además, revela un modus operandi alarmante que, por lo tanto, podría estar vinculado a redes criminales organizadas. Las autoridades no descartan que detrás del hecho estén bandas criminales especializadas en extorsiones y fraudes. La brutalidad del ataque, y el posible intento de asesinato, refuerzan esa hipótesis.
Por esa razón, el sector del puente del Guápulo permanece bajo custodia policial. Mientras tanto, unidades especializadas continúan con la recolección de indicios; además, se espera que, en consecuencia, estos elementos permitan avanzar significativamente en la investigación. Personal de Criminalística y de la Unidad de Muertes Violentas trabaja intensamente para esclarecer el caso y capturar a los responsables.

La comunidad exige respuestas ante la violencia
Este crimen ha generado temor e indignación entre los habitantes de Quito. La población teme que se esté consolidando una nueva ola de violencia urbana. Por ello, se han exigido acciones concretas a las autoridades; no solo para resolver este caso, sino también para, en consecuencia, frenar el avance de la delincuencia organizada. Mientras tanto, y a pesar del temor ciudadano, el secuestro en Quito que acabó con la vida de Enyerson Álvarez continúa bajo investigación.
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