En la XI Conferencia de Seguridad Internacional de Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, hizo eco del creciente ascenso de un nuevo orden global multipolar. Destacando la importancia de este cambio, Putin resaltó que “la mayoría de los países están decididos a reafirmar su soberanía y defender sus intereses nacionales, tradiciones y culturas”.
Este giro hacia un orden mundial multipolar, según Putin, no solo propiciará un “desarrollo sostenido y sostenible del mundo”, sino que también contribuirá a abordar los desafíos cruciales en áreas sociales, económicas, tecnológicas y medioambientales.
El líder ruso señaló con firmeza que aquellos que generan nuevos conflictos y avivan los existentes están buscando su propio beneficio a expensas de la tragedia humana. Estas acciones, en sus palabras, dividen naciones, imponen obediencia y explotan los recursos de otros estados.
Al referirse a Estados Unidos, Putin observó que la intención de reformatear las relaciones interestatales en la región de Asia-Pacífico está en marcha, con enfoques que buscan forjar asociaciones político-militares lideradas por EE. UU. La OTAN, según Putin, también está reforzando su potencial ofensivo y utilizando medios militares y no militares para presionar a otros Estados.
Con firmeza, Putin destacó cómo la transferencia de fondos a Ucrania, el suministro de equipamiento y la asistencia militar están intensificando el conflicto y arrastrando a otros países a la misma situación. Estas acciones occidentales están exacerbando las tensiones y prolongando el conflicto en la región.
En medio de este panorama geopolítico en constante evolución, la declaración de Putin resuena como un llamado a la reflexión sobre las dinámicas cambiantes del poder y la colaboración global.
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