La tragedia vuelve a golpear a las comunidades indígenas del cantón Taisha, en la provincia de Morona Santiago. Un niño de 10 años, identificado como Daniel y proveniente de la comunidad de Mashuim, falleció el pasado 1 de abril en el Hospital General de Macas en medio de la emergencia sanitaria que vive esta remota zona amazónica del Ecuador.

Daniel fue trasladado por vía aérea hasta la ciudad de Macas, pero a las 20h00 de ese mismo día se confirmó su deceso. La situación ha generado gran consternación y desesperación entre los familiares, líderes comunitarios y autoridades locales.
Una situación fuera de control
La muerte de Daniel no es un caso aislado. Otros dos niños de la misma familia también fueron trasladados en avioneta durante la madrugada del mismo día, en un intento desesperado por salvarles la vida. Los menores fueron derivados posteriormente al Hospital Vicente Corral Moscoso, en Cuenca, debido a la gravedad de su estado de salud.
Jorge Jimpikit, tío de los niños afectados, expresó con profunda angustia:
“Mi cuñado llegó con su hijo, estamos desesperados, está muy grave esta situación… Necesitamos apoyo, estamos sufriendo, somos gente de frontera”.
Estas declaraciones reflejan el sentimiento de impotencia que predomina en las comunidades achuar, donde la lejanía de los centros médicos y la falta de conectividad dificultan cualquier acción oportuna.
Dificultades de acceso y falta de atención especializada
Uno de los principales problemas es lo lejos que están las comunidades. Lugares como Mashuim quedan a muchas horas del centro de salud más cercano. No tienen carreteras, ambulancias ni buena señal de internet o celular. Por eso, cuando alguien se enferma, es muy difícil pedir ayuda o llevarlo rápido a un hospital.
El prefecto de Morona Santiago, Tiyua Uyunkar —que además era tío del niño que falleció— estuvo afuera del Hospital de Macas tratando de conseguir ayuda con su celular. Pidió al Ministerio de Salud que envíe con urgencia médicos especializados a la zona.
“Estamos enfrentando una situación crítica en Taisha, especialmente en el territorio Achuar del Ecuador. Solicito que se intensifiquen las brigadas médicas, pero con especialistas”.
Uyunkar denunció que, al llegar al hospital, su sobrino no fue atendido por falta de un pediatra.
Respuestas ausentes y acciones personales en Taisha
Hasta ahora, no se sabe con exactitud qué causó la muerte del niño. La Prefectura ha ayudado con transporte, incluso con avionetas, para llegar a las comunidades y trasladar a los enfermos. Sin embargo, la falta de una atención médica adecuada no permite organizar una respuesta efectiva.
Ante la falta de acción del Estado, Uyunkar decidió actuar por su cuenta y donar el 50% de su sueldo para ayudar a las comunidades con atención médica. “Si no tenemos respuestas, al menos debemos buscar soluciones con médicos particulares”, dijo con evidente frustración.
Una segunda víctima y un clamor generalizado en Taisha
La cadena de muertes infantiles en el marco de esta emergencia sanitaria se agrava día a día, mientras las comunidades indígenas enfrentan con recursos limitados una crisis de salud pública sin precedentes.
Una deuda histórica con la Amazonía
Lo que ocurre en Taisha muestra que el Estado ecuatoriano ha olvidado por mucho tiempo a los pueblos de la Amazonía. No hay suficientes centros de salud, caminos, escuelas ni señal de internet, lo que ha dejado a las comunidades en una situación muy grave. La muerte de niños por no recibir atención médica a tiempo es algo muy triste y que se podría haber evitado.
Ahora, más que nunca, se necesita que las autoridades actúen con urgencia y que la sociedad también muestre su apoyo y solidaridad.
Fuente: Revista La Prensa
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