El mercado laboral en América Latina ha logrado una recuperación que lo llevó a niveles anteriores a la pandemia de Covid-19, pero las perspectivas no son alentadoras según un estudio de la ONU. La baja tasa de crecimiento económico en la región incrementará la vulnerabilidad de los trabajadores, advirtió la ONU en un informe realizado en colaboración con la Cepal y la OIT.
Se proyecta que las economías latinoamericanas y caribeñas crecerán un modesto 1,2% en 2023, un escenario que, junto con la inflación, afectará la calidad del empleo. Aunque los indicadores laborales han retornado a los niveles de 2019 tres años después de la pandemia, la recuperación es desigual entre países, géneros y edades.
Para este año, el crecimiento económico anticipado llevará a una desaceleración en la expansión del empleo, estimada entre un 1% y 1,9% según Cepal y OIT. La ocupación ha aumentado principalmente en el sector de servicios, donde se concentra el 60% de los empleados de la región. Sin embargo, actividades como la agricultura y los servicios financieros han disminuido en comparación con años anteriores.
La tasa de empleo informal tuvo una ligera reducción del 48,8% en 2021 al 48,7% en 2022, con descensos en países como Colombia y Costa Rica, pero aumentos en otros, como Argentina.
Las agencias señalan que el panorama económico y laboral previsto dejará a los trabajadores más expuestos, con menor protección social y empleados en sectores menos productivos, lo que agravará la pobreza y la desigualdad.
Para contrarrestar esto, se hace hincapié en la necesidad de políticas que promuevan inversión, innovación, productividad y estabilidad financiera, respaldadas por políticas laborales activas que fomenten la creación de empleo y mercados de trabajo más equitativos y formales, según concluye el informe.
Comprender el panorama laboral actual en América Latina
El escenario del empleo en América Latina se caracteriza por una amplia gama de desafíos que surgen de fluctuaciones económicas, incertidumbres políticas y distintos niveles de desarrollo infraestructural. Un examen más detenido revela disparidades en la disponibilidad de empleo, brechas de habilidades y acceso desigual a las oportunidades. Para abordar estas complejidades, es esencial un enfoque multifacético.
1. Revelación de métricas clave de empleo
La tasa de empleo en América Latina ha experimentado fluctuaciones en los últimos años, impulsadas por factores como el crecimiento económico, los avances tecnológicos y las reformas políticas. A pesar de los avances, una parte sustancial de la fuerza laboral sigue subutilizada, lo que genera problemas de informalidad y bajos salarios. Al identificar los factores centrales que contribuyen a esta situación, los formuladores de políticas pueden formular intervenciones específicas.
2. El papel de las Naciones Unidas en la configuración de las políticas de empleo
Las Naciones Unidas (ONU) desempeñan un papel fundamental en la configuración de las políticas globales, incluidas las relacionadas con el empleo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), una agencia especializada dentro de las Naciones Unidas, ha desempeñado un papel decisivo en la defensa del trabajo decente, la justicia social y los derechos de los trabajadores. Los esfuerzos de colaboración entre las agencias de la ONU y los gobiernos latinoamericanos son cruciales para diseñar e implementar estrategias de empleo efectivas.
Abordar los desafíos a través de la innovación y la colaboración
Para superar los obstáculos que enfrenta la fuerza laboral de América Latina, son imperativas soluciones innovadoras que prioricen la inclusión y la mejora de las habilidades. Las iniciativas de colaboración que involucren a gobiernos, sectores privados e instituciones educativas pueden allanar el camino para un crecimiento sostenible.
1. Fomentar el desarrollo de habilidades
Invertir en educación y desarrollo de habilidades es una piedra angular para abordar el desempleo. Los programas de formación profesional adaptados a las necesidades de la región pueden dotar a las personas de la experiencia necesaria para las industrias emergentes. Al cerrar la brecha entre educación y empleabilidad, estas iniciativas pueden empoderar a la fuerza laboral e impulsar el progreso económico.
2. Promoción del espíritu empresarial
Fomentar el espíritu empresarial puede crear un entorno favorable para la creación de empleo. Las nuevas empresas y las pequeñas empresas tienen el potencial de contribuir significativamente a las cifras de empleo. Los procesos regulatorios simplificados, el acceso a financiamiento y las oportunidades de tutoría pueden fomentar una cultura de innovación y emprendimiento en toda la región.
El camino a seguir: un enfoque holístico para el crecimiento del empleo
Lograr un crecimiento sostenible del empleo en América Latina exige una estrategia holística que abarque dimensiones económicas, sociales y educativas. Al combinar los esfuerzos de los gobiernos, las organizaciones internacionales y el sector privado, se puede lograr un futuro mejor para la fuerza laboral de la región.
1. Fortalecimiento de las redes de seguridad social
Es esencial contar con redes de seguridad social sólidas para apoyar a las poblaciones vulnerables durante las crisis económicas. Los programas integrales de protección social pueden proporcionar una red de seguridad para las personas que enfrentan pérdidas de empleo y garantizar su acceso a las necesidades básicas.
2. Aprovechar la transformación digital
La revolución digital presenta una gran cantidad de oportunidades para la expansión del empleo. Fomentar la alfabetización digital, fomentar el comercio electrónico e invertir en sectores impulsados por la tecnología puede crear una nueva ola de empleos que se adapten a la dinámica cambiante del mercado.
En conclusión, navegar por el intrincado panorama del empleo en América Latina requiere un esfuerzo concertado que aborde los desafíos de frente y al mismo tiempo aproveche las oportunidades que presentan la globalización y la innovación. Al implementar estrategias integrales que abarquen el desarrollo de habilidades, el espíritu empresarial y las redes de seguridad social, América Latina puede trazar un rumbo hacia un crecimiento del empleo inclusivo y sostenible.
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