Una reciente expedición científica permitió identificar seis nuevos ejemplares de iguana rosada en Galápagos (Conolophus marthae), especie endémica de Galápagos en peligro crítico. Este avance, alcanzado en el volcán Wolf, norte de la isla Isabela, aporta datos fundamentales para su conservación.
La misión fue liderada por guardaparques del Parque Nacional Galápagos y expertos de Galápagos Conservancy. La expedición se enmarca dentro del Plan de Conservación y Manejo de la iguana rosada 2022–2027. Su objetivo fue actualizar el estado poblacional, aplicar monitoreo satelital y recolectar datos biológicos precisos.

El volcán Wolf: último refugio de la iguana rosada
El volcán Wolf constituye el único hábitat natural conocido de la iguana rosada en el planeta. Su ecosistema volcánico extremo facilita la evolución de especies únicas. Está situado en la isla Isabela, la más extensa del archipiélago.
Durante la expedición, se registraron 69 individuos: 53 machos, 15 hembras y un juvenil. No se hallaron neonatos, posiblemente por la dificultad de rastrear crías entre el terreno rocoso.
Tecnología GPS: herramienta clave para la conservación
Por primera vez se utilizó tecnología de geolocalización avanzada para estudiar a la iguana rosada. Se instalaron dispositivos GPS y de telemetría en seis ejemplares. Esto permitirá entender sus movimientos, interacciones y patrones alimenticios con mayor precisión.
Asimismo, se colocaron cámaras trampa y se recolectaron muestras biológicas de la iguana rosada y su entorno vegetal. Con estos datos, se realizarán análisis isotópicos para conocer su dieta y las condiciones ambientales de su hábitat.
Control de especies invasoras mejora la supervivencia
Uno de los mayores riesgos para la iguana rosada son los gatos ferales, que depredan especialmente a crías y juveniles. No obstante, durante la expedición se observó una notable reducción de rastros felinos. Esto sugiere que las estrategias de erradicación están generando efectos positivos.
El monitoreo constante y los controles selectivos han sido fundamentales para disminuir el riesgo en este frágil ecosistema. Estos avances fortalecen las acciones de protección dirigidas a la iguana rosada.
Variabilidad de color: un fenómeno aún sin resolver
Otro aspecto relevante documentado es la variabilidad cromática de la iguana rosada, que oscila entre tonos intensos y matices pálidos. Esta diferencia podría deberse a la edad, estado reproductivo o adaptaciones fisiológicas al entorno.
Aunque no existe una explicación concluyente, se plantea que esta variabilidad ofrezca pistas clave sobre la evolución y ecología de la especie. Por ende, se continuará investigando para descifrar cómo influye en su reproducción y supervivencia.
Más noticias:
Caída sostenida en la venta de vehículos en Ecuador
Fuente: