La desaparición de los cuatro niños en el sector de Las Malvinas, al sur de Guayaquil, ha generado una profunda conmoción en Ecuador. Este trágico suceso ocurrió el 8 de diciembre de 2024, cuando los menores, identificados como Josué e Ismael Arroyo, Saúl Arboleda y Steven Medina, nunca regresaron a sus hogares tras un partido de fútbol. Desde entonces, el caso ha sido objeto de intensas investigaciones y pronunciamientos públicos.
Declaraciones de Noboa: un enfoque de justicia
El presidente Daniel Noboa ha reiterado en diversas ocasiones que su gobierno está comprometido con la justicia en este caso. Durante un enlace radial el 23 de diciembre de 2024, afirmó que «estamos del lado de la justicia», independientemente de quién esté involucrado en la desaparición de los menores. La declaración subraya que, sea un civil, un miembro del clero, un policía o un militar, «la gente necesita respuestas». Noboa dejó claro que no encubriría a nadie, y que la prioridad es esclarecer los hechos.
Además, el mandatario sugirió a una comisión que los cuatro niños sean considerados como héroes nacionales, dada la gravedad del caso. Esta sugerencia resalta la importancia de estos menores en el contexto social del país, y la necesidad de que el caso no quede impune.

El caso de la desaparición forzada: un análisis complejo
Al ser consultado sobre la posibilidad de considerar este caso como una desaparición forzada, Noboa expresó que «aún no es el momento». Según el presidente, antes de hacer tal determinación, se debe realizar un análisis técnico exhaustivo por parte de la Fiscalía, a fin de confirmar la naturaleza del suceso. Esta postura refleja la cautela del gobierno ante la complejidad del caso y la necesidad de seguir los procedimientos legales correspondientes.
La investigación y el apoyo a la fiscalía
El presidente también detalló que ha solicitado a la fiscal Diana Salazar que se involucre activamente en la investigación. Noboa destacó que las Fuerzas Armadas (FF.AA.) están colaborando con la Unidad Nacional de Investigación de Secuestros y Extorsiones (Unase), y que todas las personas que estuvieron involucradas en los operativos militares de ese período deben comparecer ante la Fiscalía. El mandatario enfatizó que «no pueden atrasar absolutamente nada», lo que resalta su determinación por avanzar rápidamente en la resolución del caso.
Reacciones políticas y sociales
El caso también ha generado diversas reacciones políticas. El expresidente Ricardo Patiño, miembro de la Revolución Ciudadana, publicó un video con los padres de los niños desaparecidos, lo cual fue calificado como «vergonzoso» por Noboa. Esta publicación, además, suscitó la reacción del alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, quien también criticó el material difundido, calificándolo de inapropiado.
Este tipo de pronunciamientos ha intensificado el debate sobre el manejo político de la situación, mientras que las organizaciones sociales exigen respuestas claras y rápidas.
La desaparición: un hecho trágico y controvertido
La desaparición de los cuatro niños ha dejado una huella dolorosa en las familias y en la comunidad de Las Malvinas. Los padres presentaron ante la Fiscalía de Guayas un caso en el que afirman que los menores fueron presuntamente secuestrados por hombres con ropa militar. Según la denuncia, los secuestradores dispararon al aire para intimidarlos.Este relato ha aumentado la incertidumbre y las sospechas sobre la posible participación de actores con vínculos militares.
Héroes nacionales: un homenaje a la memoria
La sugerencia de Noboa de considerar a los niños desaparecidos como héroes nacionales busca honrar a los menores y dar visibilidad a su tragedia. Aunque la medida aún está en discusión, podría ser una forma de mantener vivo su recuerdo. Además, ayudaría a asegurar que el caso no se olvide en medio de la incertidumbre.
Así, mientras continúan las investigaciones, la sociedad ecuatoriana espera con ansias respuestas claras sobre la desaparición de los cuatro niños y la identidad de los responsables.
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