Un revelador estudio de la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial destapa el papel fundamental de los 600,000 migrantes y refugiados en la economía ecuatoriana. ¿Su impacto? Un aumento en la recaudación de impuestos, una inyección de dinamismo económico y una demanda explosiva de servicios financieros. Desde la regularización de estatus hasta sus hábitos financieros, descubre cómo este grupo no solo se integra, sino que impulsa el crecimiento económico del país.