Dos jóvenes escopolaminados fueron víctimas de un violento robo en Manta, ciudad costera de Ecuador. Este hecho, que ha encendido las alarmas entre autoridades y ciudadanos, pone de manifiesto una preocupante tendencia delictiva que se aprovecha del uso de plataformas digitales para captar víctimas desprevenidas.
El engaño comenzó en una aplicación de citas
Uno de los jóvenes, identificado como Juan (nombre protegido), de 21 años, conoció a una mujer originaria de Quito mediante una reconocida aplicación de citas. Tras varios días de conversación y aparente afinidad, la mujer propuso un encuentro en la ciudad de Manta. Como alternativa al plan inicial, sugirió una reunión grupal en la playa de Santa Marianita, bajo el formato “dos pa’ dos”. Juan aceptó sin sospechas y convenció a un amigo para que lo acompañara.
Durante la reunión, las mujeres se mostraron sociables, empáticas y ganaron rápidamente la confianza de los jóvenes. En medio del encuentro, ofrecieron una botella de vino que, al parecer, contenía escopolamina. Poco después de consumir la bebida, ambos jóvenes comenzaron a presentar síntomas de pérdida de conciencia.
La escopolamina: un agente químico devastador
El caso de los jóvenes escopolaminados en cita virtual ha revelado nuevamente el poder letal de la escopolamina, también conocida como burundanga. Este alcaloide, utilizado en múltiples delitos en América Latina, inhibe la voluntad, provoca amnesia temporal y deja a las víctimas en total indefensión. Según los reportes médicos iniciales, los jóvenes perdieron el conocimiento en cuestión de minutos.
Las mujeres, aprovechando ese estado, les sustrajeron teléfonos móviles, relojes, dinero en efectivo y tarjetas bancarias. Posteriormente realizaron compras en línea y avances en efectivo antes de abandonar a las víctimas en otra playa cercana. Fue gracias a una denuncia oportuna por parte de familiares que agentes municipales encontraron a los jóvenes inconscientes y los trasladaron a un centro de salud, donde permanecieron bajo observación por dos días.
Una modalidad criminal que se expande
Casos similares al de los jóvenes escopolaminados en cita virtual han surgido en otros sectores del país. En Guayaquil, se reportó un robo en una licorería donde el propietario fue drogado de forma similar. También se halló a un ciudadano desorientado en la vía pública, con signos de intoxicación por la misma sustancia.
La escopolamina se ha consolidado como una de las sustancias más peligrosas en entornos urbanos. Actúa con rapidez, es difícil de detectar al instante, y sus efectos, en la mayoría de los casos, son devastadores para la memoria y la voluntad.
Recomendaciones frente a estos delitos
La Policía Nacional ha intensificado las campañas preventivas para advertir a la ciudadanía sobre los peligros de encuentros con desconocidos. Las recomendaciones incluyen evitar aceptar bebidas o alimentos de personas recién conocidas, compartir la ubicación en tiempo real con amigos o familiares y preferir espacios públicos bien vigilados.
Asimismo, las autoridades han desplegado operativos de seguridad en zonas turísticas y emitido alertas a nivel nacional para dar con las sospechosas. La investigación continúa, y se espera que las cámaras de videovigilancia permitan su identificación.
Alerta ante nuevas amenazas digitales
El caso de los jóvenes escopolaminados en cita virtual pone en evidencia cómo las tecnologías, pese a sus beneficios, pueden ser mal utilizadas por quienes buscan delinquir. La confianza, cuando se entrega sin filtros en entornos digitales, puede derivar en escenarios altamente peligrosos. Por ello, la educación digital y la prevención deben convertirse en herramientas cotidianas frente a este tipo de amenazas.
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