Las enfermedades digestivas están en aumento en Ecuador, impulsadas por factores como el estrés, la alimentación poco saludable y la falta de chequeos médicos regulares. Según la Organización Mundial de la Gastroenterología, entre el 25 y 30% de la población mundial sufre algún tipo de trastorno digestivo a lo largo de su vida. En este panorama, la endoscopía digestiva alta cobra relevancia como un examen vital para la detección precoz de condiciones como gastritis, úlceras, reflujo gastroesofágico y lesiones precancerosas.
Un procedimiento que cambia vidas
Para muchos pacientes, realizarse una endoscopía ha sido determinante. Carmen Suárez, de 57 años, lo vivió en carne propia: “Sentía un ardor constante después de comer, pero pensaba que era por estrés o por comer apurada. Nunca imaginé que fuera algo más serio”. Después de varios episodios de dolor y náuseas, se sometió al procedimiento y fue diagnosticada con gastritis crónica. Hoy, gracias al tratamiento temprano, su calidad de vida ha mejorado notablemente.
¿Qué es una endoscopía y cómo se realiza?
El gastroenterólogo Milton Machado explica que la endoscopía va más allá de ser una herramienta diagnóstica: “Es una técnica de prevención poderosa. Puede salvar vidas al detectar a tiempo enfermedades que, si las descuidamos, pueden avanzar y complicarse”. Los médicos realizan este procedimiento de forma ambulatoria, rápida y segura, observan directamente el interior del cuerpo y toman muestras sin necesidad de cirugía.
Superar el miedo y desinformación
Aunque la endoscopía ofrece muchas ventajas, muchas personas sienten temor debido al desconocimiento y a ciertos mitos. “Yo tenía miedo, pensaba que iba a doler mucho o que era complicado”, confiesa Carmen. “Pero fue más sencillo de lo que imaginaba. Estuve consciente todo el tiempo y el equipo médico me explicó cada paso”.
Machado recalca que se trata de una técnica mínimamente invasiva con gran valor diagnóstico. “Hacerse una endoscopía es un acto de responsabilidad con la propia salud. Puede ser la diferencia entre detectar un problema a tiempo o enfrentarse a una enfermedad avanzada”.

Acceso y conciencia para una mejor salud
Aunque diversos centros médicos públicos y privados en el país ya ofrecen este procedimiento, muchas personas aún enfrentan barreras de acceso y desconocen su importancia. “Muchos evitan hacerse una endoscopía porque creen que cuesta mucho o duele, cuando en realidad es un examen seguro, rápido y accesible en muchos casos”, afirma Machado.
Las autoridades y profesionales de la salud pueden reducir el número de diagnósticos tardíos y mejorar el pronóstico de miles de pacientes si promueven campañas de información y facilitan el acceso a estos exámenes.
Fuente: Expreso
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