El 14 de mayo de 2025 será una fecha clave para el futuro político de Quito, ya que el Concejo Metropolitano de Quito elegirá a la nueva Vicealcaldes. Una posición que podría tener una importancia trascendental si el proceso de revocatoria de mandato contra el actual alcalde, Pabel Muñoz, llega a prosperar. Esta elección no solo determinará a la persona que ocupará este cargo en el futuro inmediato. Sino que también podría desencadenar un cambio significativo en la administración de la ciudad.

La función tradicional de la Vicealcaldía
Según el Código Orgánico de Organización Territorial (Cootad), la Vicealcaldía es una figura de apoyo que tradicionalmente no ha tenido un rol central en la gestión de la ciudad. En general, su función se limita a reemplazar al Alcalde en sus ausencias temporales o en sesiones. Como lo ha sido el caso de muchos gobiernos municipales anteriores. Sin embargo, la situación actual está marcada por un contexto excepcional. La posibilidad de que el proceso de revocatoria de mandato contra Pabel Muñoz dé lugar a un cambio de liderazgo en la Alcaldía de Quito.
En este sentido, la elección de la nueva Vicealcaldesa no es solo una cuestión administrativa, sino que tiene profundas implicaciones políticas. De prosperar la revocatoria, la persona elegida como Vicealcaldesa será quien asuma la Alcaldía de manera inmediata. Esto confiere a este cargo un poder y una relevancia que no se había visto en los últimos años.
El contexto de la revocatoria de Pabel Muñoz
Pabel Muñoz, quien asumió la Alcaldía de Quito bajo el respaldo de la Revolución Ciudadana, enfrenta un proceso de revocatoria de mandato que podría desestabilizar su gobierno. El revocatorio es una herramienta legal que permite a los ciudadanos retirar a una autoridad elegida por votación popular antes de que termine su mandato. Si se cumplen ciertos requisitos legales y si la población lo apoya.
En caso de que el proceso de revocatoria llegue a buen puerto, la Vicealcaldesa tendría la responsabilidad de asumir el liderazgo de la ciudad, lo que hace de esta elección un evento de alta tensión política. La atención se centra ahora en quién será elegida para este puesto clave.
La paridad de género y el rol de la Vicealcaldesa
En cumplimiento con la normativa de paridad de género, la Vicealcaldía de Quito debe ser ocupada por una concejala, lo que limita el espectro de candidatos potenciales a mujeres dentro del Concejo Metropolitano. Este requisito de género se ha consolidado en los últimos años como un mecanismo para garantizar una representación equitativa en cargos de poder.
Actualmente, la Vicealcaldesa es María Fernanda Racines, quien representa a la bancada de la Revolución Ciudadana, el mismo movimiento político que llevó a Pabel Muñoz a la Alcaldía. Racines ha desempeñado este papel en una etapa relativamente tranquila, pero ahora se enfrenta a la posibilidad de ser parte de un proceso mucho más tumultuoso, dependiendo de los resultados de la revocatoria.
El proceso de elección y los intereses en juego
El 14 de mayo, los concejales deberán postular a sus candidatos a Vicealcaldesa, y si el candidato es aceptado por la mayoría, se procederá a la votación. Es importante destacar que esta elección no solo dependerá de la política interna del Concejo, sino también de los alineamientos partidarios y las estrategias del oficialismo, que buscará mantener el control del cargo. El bloque de la Revolución Ciudadana cuenta con al menos 12 votos asegurados, lo que podría garantizar que María Fernanda Racines siga en el cargo, a menos que haya cambios significativos en las negociaciones políticas dentro del Concejo.
Analía Ledesma, concejala de la ciudad, ha señalado que el oficialismo tiene una gran influencia en esta elección y que se prevé que mantengan la posición de Racines. Sin embargo, también ha indicado que, en caso de que el Alcalde Muñoz sea removido, la Vicealcaldesa que asuma el cargo será una figura clave en la transición y en el futuro político de la ciudad.
El futuro de la política en Quito
Lo que suceda el 14 de mayo será crucial para definir no solo el futuro de la Vicealcaldía de Quito, sino también el rumbo de la administración municipal. Si Pabel Muñoz sigue en el poder tras la revocatoria, la Vicealcaldesa actuará principalmente como una figura de apoyo. Pero si la revocatoria es exitosa, la nueva Vicealcaldesa tomará las riendas de la ciudad en un momento de incertidumbre y desafío político.
Este proceso marca un momento clave en la política de Quito y tendrá repercusiones a largo plazo, ya que podría alterar el equilibrio de poder en la ciudad y dar forma al futuro de las administraciones locales
La elección de la nueva Vicealcaldesa de Quito el 14 de mayo de 2025 no es una votación más. En un contexto donde el proceso de revocatoria de Pabel Muñoz está en marcha, este cargo podría tener un impacto mucho mayor de lo que tradicionalmente se espera. Los concejales deberán sopesar no solo los intereses políticos de sus partidos, sino también las repercusiones de sus decisiones sobre el futuro de la ciudad y la gobernabilidad de Quito.
Fuente: La Hora
Te puede interesar:
Daniel Noboa se reúne en Madrid con emprendedores ecuatorianos durante su gira internacional