En lo que va de 2025, la situación fiscal de Ecuador vuelve a colocarse bajo presión debido al considerable aumento en la deuda interna del Gobierno Central. Según datos oficiales del Ministerio de Finanzas, el país acumuló 1.544 millones de dólares en atrasos entre enero y mayo. Estos compromisos pendientes reflejan una limitación en la caja fiscal y la incapacidad del Estado para cubrir oportunamente sus obligaciones.

El impacto directo se siente en sectores clave: Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD), el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y proveedores del Estado. Ellos son los más perjudicados por los retrasos en pagos.
¿Qué son los atrasos fiscales y cómo afectan?
Los atrasos corresponden a obligaciones devengadas por el Estado, como pagos por transferencias y servicios, que están presupuestadas pero no se han cancelado. De acuerdo con José Hidalgo, director de Cordes, estos atrasos generan inestabilidad y afectan a municipios, instituciones de seguridad social y proveedores privados.
Jaime Carrera, director del Observatorio de la Política Fiscal, señala que la magnitud real de los atrasos podría ser aún mayor. Esto es porque el Ministerio de Finanzas no registra completamente el gasto devengado, especialmente en sectores como los GAD y la seguridad social. La Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) calcula que los atrasos acumulados alcanzan 1.348 millones de dólares en ese mismo período.
Deuda con los gobiernos locales (GAD)
La ley ecuatoriana establece que los GAD deben recibir el 21% de los ingresos permanentes del Presupuesto General del Estado. Además, el 10% de los ingresos no permanentes. Sin embargo, hasta mayo de 2025 solo se han transferido 773 millones de dólares de los 1.399 millones que les correspondían.
Patricio Maldonado, presidente de la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas (AME), indicó que la deuda total con los GAD supera los 500 millones de dólares. Esto incluye asignaciones pendientes de años anteriores y montos del modelo de equidad territorial.
A pesar de ello, el Gobierno de Daniel Noboa ha informado que ha desembolsado 1.267 millones de dólares a los GAD en lo que va del año. Esto suma 4.974 millones desde el inicio de su mandato, de los cuales 857 millones corresponden a deudas heredadas.
Deuda con proveedores del Estado e IESS
El panorama también es complejo para los proveedores del Estado, a quienes se les adeuda 454 millones de dólares. En cuanto al fondo de pensiones del IESS, el Estado debía haber transferido 1.242 millones de dólares en los primeros cinco meses, pero solo ha entregado 918 millones.
Estos pagos parciales afectan directamente a la sostenibilidad de los servicios del sistema de seguridad social. Esto genera riesgos para los jubilados y trabajadores afiliados al sistema.
Efectos en la economía real y sostenibilidad fiscal
La acumulación de atrasos genera efectos colaterales importantes. Los gobiernos locales, contratistas y proveedores enfrentan serias dificultades operativas, ya que dependen de esos recursos para mantener servicios, obras y pagos laborales.
Asimismo, estos atrasos generan incertidumbre entre los inversionistas privados. También desincentivan la contratación con el Estado, lo cual repercute en el empleo, la inversión y el crecimiento económico del país.
Todo esto se produce en un contexto donde Ecuador logró cierta recuperación fiscal en 2024. Sin embargo, 2025 empieza a mostrar señales preocupantes, con uno de los déficits más altos de la última década.
Fuente original
El Comercio
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