Ecuador mantiene deuda con China por Coca Codo Sinclair
Ecuador continúa pagando la deuda con China a través de créditos otorgados por el Eximbank, que financiaron la construcción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Esta central, la mayor del país, aún no ha sido recibida oficialmente debido a defectos técnicos que comprometen su operación. Hasta abril de 2025, el país adeuda 1 523 millones de dólares al Eximbank, como parte de un total de 2 385 millones aún pendientes con entidades chinas. Los préstamos no solo financiaron Coca Codo Sinclair, sino también otros proyectos eléctricos como Paute-Sopladora y Minas-San Francisco.
Graves fallas técnicas aún no resueltas
Coca Codo Sinclair fue inaugurada en 2016, pero arrastra más de 17 000 fisuras en sus distribuidores de agua. Estas fallas estructurales, algunas irreparables, han impedido la entrega formal de la obra. Como consecuencia, la Corporación Eléctrica del Ecuador presentó un arbitraje internacional contra Sinohydro, ahora Power China, exigiendo 580 millones de dólares como indemnización. Esta situación ha vuelto a poner en el centro del debate el impacto financiero y técnico de la deuda con China.

Acuerdo parcial con Power China no convence
El Gobierno ecuatoriano anunció en julio de 2025 un acuerdo de conciliación con Power China por 400 millones de dólares. Aunque el acuerdo representa un avance en la disputa legal, no pone fin al arbitraje ni define los mecanismos para corregir las fallas existentes. La canciller y la ministra de Energía mencionaron además la posibilidad de que Power China asuma la operación y mantenimiento de la planta. Esta opción ha generado rechazo por la falta de concurso público y escasa transparencia en las negociaciones.
Críticas por entregar la operación sin licitación
Expertos en energía advierten que ceder la operación a Power China sin un proceso competitivo sería ilegal. También cuestionan que el acuerdo no garantice la reparación total de las fallas. Ricardo Buitrón y Paulina Pazmiño, del Colegio de Ingenieros Eléctricos, han exigido mayor claridad técnica y participación de entidades independientes. Argumentan que no se puede seguir profundizando la relación con una empresa extranjera sin resolver primero los problemas heredados, relacionados con la deuda con China y las falencias estructurales.
Erosión, sedimentos y más daños preocupan
Además de las fisuras, hay problemas en los desarenadores, el sistema de captación y la descarga. También preocupa la erosión regresiva del río Coca, no atribuible a Sinohydro, pero sí a omisiones en los estudios iniciales del proyecto. La acumulación de sedimentos podría provocar daños mayores si no se actúa a tiempo. A esto se suma el informe de la Contraloría de 2016, que reveló fallas de fiscalización, sobrecostos y contratos mal ejecutados. Todo esto refuerza las dudas sobre el verdadero costo de Coca Codo Sinclair y su vinculación con la deuda con China.
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