Los laboratorios de larvas y nauplios son el primer eslabón de la cadena productiva del camarón. El desarrollo alcanzado en este sector ha sido crucial para que Ecuador logre altos índices de productividad.
Franklin Verduga, presidente de la Asociación de Laboratorios Productores de Larvas (Asolap), señala que, para alcanzar todos estos hitos ha sido necesario invertir en investigación, tecnología y capacitación.
“Hay programas genéticos en Ecuador que generan la admiración en el mundo por los resultados obtenidos en materia de crecimiento. Hoy en día somos el principal exportador y productor mundial de camarón para el mundo gracias a ese trabajo genético y al que han hecho las fábricas de balanceado y las camaroneras”, asegura.
Un centro que trabaja en reproducción y mejoramiento genético del camarón es Texcumar. Desde 1999 maneja un programa de selección masal y análisis de las distintas enfermedades y microsatélites para medir las distancias genéticas y niveles de consanguinidad de los lotes de reproductores.
Los resultados de su programa se reflejan en el crecimiento de los animales, antes el desarrollo de un reproductor tomaba 250 días hoy los márgenes se han reducido a 100.
Otro programa de mejora genómica lo tiene Genomar, éste se enfoca en las primeras etapas de la cadena de producción del camarón y busca producir nauplios y larvas con una mayor tasa de crecimiento, robustez inmunitaria y calidad de la carne. El centro trabaja en determinar el ‘Mérito genético’ de los animales para rasgos de interés productivo, a fin de ordenarlos y planificar su reproducción para generar un cambio permanente y acumulativo en la población.
Inversión
Los productores camaroneros también se han involucrado en este eslabón de la acuicultura. Grupo Corporativo Fajardo, por ejemplo, ha contribuido en los últimos cuatro años en mejorar el desempeño de las líneas genéticas para reducir los días de cultivo.
En el 2020, destinó alrededor de cinco millones de dólares para montar su laboratorio de postlarvas FAJARDOSLAB en la provincia de Santa Elena. El director de operaciones y proyectos de la empresa, Jamil Kun, cuenta que cada módulo produce 150 millones de larvas o postlarvas al mes.
Dichos procesos de calidad se mantienen también en sus granjas ubicadas en el Golfo de Guayaquil y en Santa Rosa, provincia de El Oro. “Al contar con larvas de nuestro laboratorio, nos aseguramos de que la calidad sea la idónea para el adecuado inicio de cultivo y desarrollo”, destaca Kun.
Por otro lado, con una producción ininterrumpida de 5.160 millones de larvas anuales Sanlab se ha propuesto abastecer al mercado con los mejores ejemplares. Para ello, potenció su infraestructura e invirtió 1,7 millones de dólares en implementar un departamento de microbiología y en construir un cuarto módulo de producción.
“La empresa se caracteriza por entregar un producto con los más altos estándares de calidad enfocados en salud animal, nutrición e inocuidad”, señala el gerente general de Sanlab, Bryan Sánchez.
En este mismo segmento, el Laboratorio de Larvas LAG enfoca su gestión en las buenas prácticas acuícolas. Su propietario, Luis Alvarado, dice que su producción no emplea antibióticos y que utiliza agua de mar, previamente filtrada para matar cualquier posible patógeno.
Actualmente, produce entre 30 y 35 millones de larvas quincenales, el producto se dirige a camaroneros del Guayas, El Oro, Manabí, Esmeraldas y también exporta a Perú.
Alvarado se queja de que el sector está afectado por la proliferación de laboratorios ilegales y que esto ha llevado a que el precio de la larva se desplome por la sobreoferta que existe.
Hoy en día Ecuador tiene los precios de nauplios y larvas más bajos del mundo, la libra de larva cuesta menos de dos dólares, cuando en Brasil o México ésta alcanza los seis dólares. Según la Asolap, en el país funcionan cerca de 400 laboratorios de larvas, pero menos de 200 cuenta con acuerdo ministerial.
fuente: (vistazo.com)
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