El presidente argentino, Javier Milei, emprendió viaje hacia Roma en la madrugada del viernes 25 de abril de 2025. Su propósito principal es asistir al funeral del papa Francisco, quien falleció recientemente, y cuyo legado dejó una profunda huella tanto en el ámbito espiritual como político internacional.

Una comitiva oficial y un contexto significativo
Acompañado por su hermana Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y por varios miembros clave de su gabinete, Milei se dirige a un evento que marcará un antes y un después en su relación con el fallecido pontífice. La ceremonia fúnebre, que tendrá lugar en la plaza de San Pedro, contará con la presencia de líderes globales. Posteriormente, los restos de Francisco serán trasladados a la basílica de Santa María la Mayor para su sepultura.
En este contexto, Javier Milei cambia su discurso sobre el papa Francisco, evidenciando una postura más conciliadora. El mandatario expresó que “le guste a quien le guste, el papa Francisco fue el argentino más importante de la historia argentina”. Esta afirmación contrasta con sus declaraciones pasadas, cuando aún era diputado y mantenía una posición extremadamente crítica hacia el pontífice.
De la confrontación a la admiración
Anteriormente, Milei había calificado al papa con términos peyorativos, llegando incluso a acusarlo de ser “comunista” y “cómplice de los zurdos asesinos”. No obstante, desde su asunción presidencial en diciembre de 2023, su narrativa ha cambiado drásticamente. En efecto, Javier Milei cambia su discurso sobre el papa Francisco, enfatizando ahora su liderazgo y relevancia global.
Durante una entrevista radial reciente, destacó que Jorge Mario Bergoglio, elegido papa en 2013, “llegó a ser el líder espiritual de más de 1 500 millones de seres humanos”. Asimismo, lo describió como “una persona de una envergadura enorme” y elogió su estatura política, sobre todo en el ámbito internacional.
El impacto político y simbólico del cambio
Este giro discursivo no solo evidencia un ajuste estratégico en la imagen presidencial, sino que también refleja un reconocimiento del simbolismo que representa el papa Francisco para millones. Javier Milei cambia su discurso sobre el papa Francisco, probablemente consciente de las implicancias políticas y sociales que conlleva su asistencia al funeral y sus nuevas declaraciones.
Tras conocerse la noticia del fallecimiento del pontífice, el Gobierno argentino decretó siete días de duelo nacional y suspendió la agenda oficial. De esta manera, Milei busca alinear su accionar institucional con un tono más respetuoso y conciliador.
Una transformación que no pasa desapercibida
Finalmente, no puede obviarse que Javier Milei cambia su discurso sobre el papa Francisco en un momento de alta visibilidad internacional. Esta evolución narrativa, marcada por un lenguaje menos confrontativo, pone de manifiesto un cambio en su estrategia comunicacional, adaptada ahora a las exigencias del rol presidencial y al contexto global que rodea la figura del pontífice argentino.
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