Las agencias de inteligencia de Estados Unidos contradicen a Donald Trump y descartan nexos del Tren de Aragua con Nicolás Maduro.
Estados Unidos refuta conexión entre Maduro y Tren de Aragua
Un reciente memorando del Consejo Nacional de Inteligencia expone una fuerte discrepancia con las afirmaciones del presidente Donald Trump. Según este documento, fechado el 7 de abril, las agencias de inteligencia estadounidenses no creen que exista una relación directa entre el régimen de Nicolás Maduro y la banda criminal Tren de Aragua.
Trump justificó la deportación de 238 ciudadanos venezolanos invocando la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798. Esta normativa, usada históricamente solo en contextos de guerra, permitió su traslado a una prisión de alta seguridad en El Salvador.
Sin embargo, el informe de inteligencia afirma que, aunque Venezuela ofrece un entorno permisivo, no hay pruebas de cooperación del gobierno de Maduro con la organización criminal. Esto contradice el principal argumento presidencial para aplicar una medida tan severa.
Inteligencia de Estados Unidos contradice la narrativa de Trump
Las conclusiones del memorando coinciden con hallazgos previos publicados por The New York Times en marzo de 2025. En ese informe, se reveló que las agencias de espionaje ya habían descartado una conexión oficial entre Maduro y el Tren de Aragua. Esto refuerza las dudas sobre la base legal y ética de las deportaciones.
Además, el Departamento de Justicia respondió a la filtración del informe inicial con el anuncio de una investigación criminal. Acusó a sectores del aparato estatal de actuar contra la agenda presidencial mediante la difusión de información clasificada e inexacta.
Esta reacción institucional muestra la tensión existente entre la comunidad de inteligencia y la administración de Trump. El propio presidente ha insistido en que los deportados son integrantes de una red criminal extranjera que amenaza la seguridad nacional.
Deportaciones masivas generan dudas y denuncias de abuso
En marzo, la Casa Blanca ejecutó la deportación de 238 venezolanos acusados de pertenecer al Tren de Aragua. Las autoridades no han explicado públicamente cómo determinaron la afiliación de los migrantes a la organización.
Algunos abogados defensores alegan que los criterios fueron arbitrarios, mencionando tatuajes como base para estas identificaciones. Los familiares de los deportados denuncian que muchos son inocentes y que han sido víctimas de una decisión política, no judicial.
Este traslado forzoso ha generado gran controversia en organismos de derechos humanos, quienes advierten sobre el riesgo de criminalizar sin pruebas a migrantes vulnerables. Además, cuestionan el uso de una ley del siglo XVIII en un contexto actual que no representa un conflicto bélico.

Fundación para la Libertad de Prensa logró la publicación del informe
El memorando del 7 de abril salió a la luz gracias a una solicitud de la Fundación para la Libertad de Prensa (FPA), amparada en la Ley de Libertad de Información. Esta organización entregó el documento al New York Times, impulsando un debate sobre transparencia y legalidad.
Este caso no solo cuestiona la narrativa oficial de Trump, sino que también reabre la discusión sobre los límites del poder presidencial. La opinión pública, al conocer este informe, podrá evaluar si las medidas adoptadas son proporcionales y justificadas.
Por el momento, los migrantes permanecen en una prisión de máxima seguridad en El Salvador, mientras sus familias exigen justicia. La administración Trump insiste en que actuó por seguridad nacional, pero enfrenta crecientes críticas internas e internacionales.
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