La inteligencia artificial (IA) está transformando diversos sectores, pero su impacto no se limita solo a la automatización de tareas. Uno de los efectos más críticos que está emergiendo es el aumento en la demanda de energía a nivel global, lo que podría incrementar las emisiones de carbono que calientan al planeta.
Incremento en la demanda energética
La IA impacta directamente en la demanda de energía global, y eso puede aumentar las emisiones de carbono que calientan al planeta. A medida que las tecnologías de IA, como el entrenamiento de modelos de lenguaje, se expanden, los centros de datos requieren cada vez más electricidad. Estos centros son esenciales para procesar la gran cantidad de información necesaria para el funcionamiento de la IA. De hecho, estudios recientes proyectan que, solo en Estados Unidos, la demanda energética podría aumentar un 20% para 2030 debido al uso intensivo de la IA.
Consecuencias ambientales
El consumo de energía no es solo una cuestión técnica. Las emisiones generadas por los centros de datos alimentados por la IA ya han empezado a ser un problema alarmante. Por ejemplo, Google informó que sus emisiones de CO2 aumentaron un 48% entre 2019 y 2023, en gran parte debido a la expansión de su infraestructura de IA. Otras grandes empresas tecnológicas, como Microsoft y Meta, también han experimentado incrementos significativos en sus emisiones. Estos aumentos van en contra de sus promesas de reducir su huella ambiental y alcanzar la neutralidad de carbono.
Soluciones sostenibles
A pesar de estos desafíos, la IA sigue ofreciendo oportunidades para abordar los problemas ambientales. La IA impacta directamente en la demanda de energía global y eso puede aumentar las emisiones de carbono que calientan al planeta, pero también puede ayudar a mitigar estos efectos. Por ejemplo, en el sector agrícola, la IA está facilitando la producción de cultivos más eficientes y la optimización del uso de recursos naturales, lo que puede reducir la huella ambiental.
Hacia un futuro más sostenible
Argentina, con su gran potencial en energías renovables, tiene la oportunidad de aprovechar este crecimiento de la IA para impulsar su desarrollo sostenible. El uso de fuentes limpias de energía, como la eólica, podría permitir al país satisfacer la demanda energética de la IA de manera más responsable y eficiente, evitando así un mayor impacto en el calentamiento global.
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