El fentanilo, una droga que ha causado crisis en Estados Unidos, es objeto de seguimiento y control en Ecuador. Si bien este principio activo se utiliza en medicamentos por sus propiedades anestésicas y analgésicas, también se ha convertido en una preocupación por su alto grado de adicción y uso indebido.
El fentanilo, un narcótico sintético más potente que la morfina, se receta en EE. UU. para pacientes con cáncer y para aliviar el dolor postoperatorio, cuando otras medicinas ya no funcionan. En Ecuador, se ha utilizado principalmente con fines anestésicos y en tratamientos médicos específicos, siendo los anestesiólogos los que lo recetan.
La Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) en Ecuador mantiene un estricto control sobre los medicamentos que contienen fentanilo, desde su importación y distribución hasta su dispensación al paciente. Los médicos que prescriben medicamentos con este principio activo deben cumplir un proceso con la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud (ACEES) y ARCSA, y se requiere un recetario especial para su prescripción.
Aunque la crisis del fentanilo ha tenido mayor impacto en Estados Unidos, en Latinoamérica también existen problemas asociados con su uso indebido. En países como México y Argentina, se han tomado medidas para controlar su uso y sustituirlo por otros activos.
En Ecuador, ARCSA recomienda adquirir medicamentos con registro sanitario y llama a la ciudadanía a denunciar la comercialización ilegal de este producto.
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