El fantasma de los cortes de luz en Ecuador parece disiparse durante octubre de 2025, gracias a un fenómeno meteorológico inusual. Lluvias atípicas, registradas en plena temporada seca, han contribuido de forma decisiva a mejorar el nivel del embalse de Mazar. Esta es una fuente vital para la generación hidroeléctrica del país.
El embalse de Mazar alcanza su nivel máximo
A las 14:00 del lunes 6 de octubre de 2025, el embalse de Mazar —clave en el sistema eléctrico nacional— alcanzó los 2.153 metros sobre el nivel del mar, su cota máxima operativa. Este dato es especialmente relevante. Representa un cambio radical respecto a la situación crítica vivida en octubre de 2024, cuando el mismo embalse llegó a mínimos históricos. Esto provocó apagones de hasta 14 horas.
Con el embalse lleno, las hidroeléctricas pueden operar a plena capacidad, generando cerca del 86% de la demanda eléctrica nacional en lo que va del mes. Esta situación ha permitido alejar, al menos de forma temporal, el fantasma de los cortes de luz en Ecuador. Este es un alivio para la ciudadanía y los sectores productivos.
Octubre y noviembre con buen pronóstico
Según Rigoberto Guerrero, subgerente de Gestión Ambiental de ETAPA, octubre ha presentado lluvias inesperadas: “De los seis primeros días del mes, tres han tenido precipitaciones significativas”. Aunque octubre suele ser un mes seco, el clima ha cambiado notablemente. Los pronósticos indican que las lluvias atípicas continuarán durante noviembre de 2025. Esto ayudaría a mantener estables los niveles de los principales ríos y embalses del país.
Este comportamiento anómalo también ha elevado el caudal de ríos clave como el Tomebamba y el Yanuncay. Normalmente transportan cinco metros cúbicos por segundo. Ahora alcanzan seis y ocho, respectivamente. El río Tarqui también ha aumentado su caudal de cuatro a cinco metros cúbicos por segundo. Todos estos ríos alimentan el Complejo Hidroeléctrico Paute, esencial para la matriz energética ecuatoriana.
¿Qué pasará en diciembre y enero?
A pesar de este alivio temporal, la situación no está completamente resuelta. El experto eléctrico Gabriel Secaira advierte que la incertidumbre se traslada a diciembre y enero. En esos meses, la situación hidrológica podría empeorar si las lluvias disminuyen.
Además, persisten desafíos estructurales en el sistema energético nacional. Por ejemplo, las centrales Minas San Francisco y Delsitanisagua aún enfrentan restricciones operativas. Tampoco se ha completado la entrada en funcionamiento de 260 megavatios en turbinas alquiladas para la planta de Pascuales, que llegarán recién el próximo año.
A esto se suma el retraso en la operación de la planta de la empresa uruguaya Austral, afectada por un litigio contractual, y la paralización de las plantas de Quevedo y Salitral. Esto se debe al retiro de la compañía estadounidense Progen por problemas contractuales con Celec.
Balance general: alivio temporal, pero incertidumbre estructural
En resumen, si bien las lluvias inusuales de octubre han alejado el fantasma de los cortes de luz en Ecuador por ahora, los problemas de fondo en la infraestructura energética persisten. El país deberá continuar vigilante y acelerar las soluciones técnicas y contractuales. Esto es necesario para evitar un nuevo colapso en la época más crítica del estiaje, que generalmente se extiende hasta marzo o abril.
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