Un nuevo ciclo sin sorpresas
El presidente Daniel Noboa inició su segundo periodo de gobierno el 24 de mayo, luego de la ceremonia oficial de posesión. A diferencia de 2023, no se produjo un cambio de mando tradicional. Apenas se han concretado algunos ajustes en el gabinete ministerial, realizados progresivamente en semanas anteriores. Esto evidencia una continuidad administrativa que, si bien puede aportar estabilidad, también genera mayores exigencias en cuanto a resultados concretos.

A lo largo del periodo democrático iniciado en 1979, solo un presidente había sido reelegido antes: Rafael Correa. En este contexto, el presidente Daniel Noboa se convierte en el segundo mandatario que repite mandato. Su administración, denominada por él como la del «nuevo Ecuador», se ha comprometido a impulsar el crecimiento económico, fomentar la inversión y el empleo, combatir el terrorismo y fortalecer la apertura comercial internacional.
Ventajas iniciales del nuevo mandato
Durante su discurso de posesión, el presidente Daniel Noboa declaró: “No venimos a maquillar errores, venimos a romper ciclos”. Esta afirmación refuerza la narrativa de ruptura con prácticas del pasado. Según el politólogo Santiago Basabe, esta es una administración que parte desde sí misma, con un equipo ya familiarizado con la estructura estatal. Esa experiencia representa una ventaja comparativa respecto a gobiernos anteriores que requerían un periodo de adaptación.
Además, el presidente Daniel Noboa goza de dos activos políticos clave: su popularidad electoral reciente y una mayoría legislativa relativa en la Asamblea Nacional. Aunque esta mayoría no es sólida ni permanente, le permite cierto margen de maniobra para avanzar con sus propuestas iniciales, al menos en el corto plazo.
Obstáculos políticos y sociales a enfrentar
No obstante, el panorama no es enteramente favorable. Al tratarse de una reelección, el presidente Daniel Noboa no contará con los tradicionales 100 días de gracia. La ciudadanía espera resultados inmediatos, dado que él y su equipo ya tuvieron año y medio para conocer las complejidades del aparato estatal.
A nivel legislativo, el desafío es significativo. La Revolución Ciudadana, aunque debilitada, conserva 66 votos en el Parlamento. Esto le otorga capacidad de formar alianzas estratégicas y bloquear iniciativas gubernamentales. En palabras de Basabe, esta correlación de fuerzas puede derivar en una oposición más activa y articulada.
Por otra parte, el presidente Daniel Noboa deberá lidiar con una potencial intensificación de la conflictividad social. Si las crisis estructurales —como la inseguridad, el desempleo o el deterioro institucional— persisten sin soluciones efectivas, la presión desde la ciudadanía y los movimientos sociales aumentará considerablemente.
Expectativas altas, tiempo limitado
En suma, el segundo periodo del presidente Daniel Noboa comienza sin sobresaltos, pero con enormes expectativas sobre sus hombros. La continuidad en el Ejecutivo conlleva responsabilidades mayores, ya que la curva de aprendizaje ha quedado atrás. De este modo, cada decisión será evaluada con rigor desde el primer día de gestión.
Fuente: PRIMICIAS
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