Hace un año, el mundo presenció horrorizado el inicio de una búsqueda multinacional de un submarino comercial y sus cinco pasajeros que, días más tarde, acabaría en tragedia. Este angustioso acontecimiento provocó un estremecimiento en la comunidad de entusiastas de los submarinos de aguas profundas.
La Tragedia de OceanGate
OceanGate, el operador del malogrado sumergible Titán, se declaró en quiebra después de que las autoridades revelaran que la nave había implosionado al descender hacia los restos del Titanic. El cierre de OceanGate parecía marcar el fin del mercado del turismo submarino. Sin embargo, este evento impulsó a otros operadores a redoblar sus esfuerzos en seguridad y a distanciarse de la empresa.
Cronología del submarino Titán
Uno de los principales operadores de submarinos está planeando su propio viaje a los restos del Titanic, adonde se dirigía el Titan antes de colapsar. Triton Submarines, líder del sector, está invirtiendo más en sumergibles para aguas profundas. Según The Wall Street Journal, Larry Connor, un multimillonario, pidió a Triton que construyera un sumergible seguro para demostrar que viajar en submarino puede ser seguro.
El Legado de OceanGate
OceanGate había sido un actor ascendente pero controvertido en el mundo de los sumergibles tripulados. En su afán por innovar, eludía frecuentemente la normativa y se oponía a los estándares del sector. Su fundador, Stockton Rush, defendía el uso de un casco de fibra de carbono a pesar de las advertencias sobre su seguridad.
Triton Submarines ha pasado el último año diferenciándose de OceanGate, enfatizando la importancia de seguir normativas estrictas y someter sus embarcaciones a pruebas rigurosas. La empresa se enorgullece de sus medidas de seguridad y del uso de materiales más fiables como el titanio.
El riesgo de muerte en el turismo de aventura
La tecnología necesaria para explorar las profundidades oceánicas está en desarrollo. A pesar de los riesgos, el sector del turismo de aventura sigue en auge. Similar al alpinismo en el Everest, donde el riesgo de muerte aviva la demanda, el turismo submarino podría seguir el mismo camino.
Cada año, muchos alpinistas mueren en el Everest, pero el interés no disminuye. De hecho, los permisos aumentaron significativamente después de temporadas letales. Este fenómeno se observa también en el turismo submarino, donde la demanda continúa a pesar de los riesgos.
Conclusión
La tragedia de OceanGate ha servido como una lección crucial para la industria del turismo submarino. Mientras que OceanGate representaba una operación irregular, empresas como Triton Submarines están dedicadas a mejorar la seguridad y la tecnología en el sector. A pesar de los peligros, el espíritu de exploración y la búsqueda de aventuras continúan impulsando a los entusiastas a explorar las profundidades del océano.
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